tag:blogger.com,1999:blog-79120147152583292942024-02-07T06:35:43.580+01:00libertadliteraria Julio Carmona habla de sus obras, de los personajes de sus obras y del entorno de ellas y ellos.
medialimon@gmail.comJulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.comBlogger36125tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-52915238703579824622022-08-21T10:14:00.000+02:002022-08-21T10:14:05.116+02:00G.R.A.S.A. (pag. 21-30)<p>(viene de la página 20) </p><p><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;">para enviarle algún mensaje? Este
último interrogante es por el que temió Teresa cuando su amiga le</span></p><p><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> preguntó por
las pesadillas diarias que sufría su hijo. Teresa no quería que esta mujer
volviera a</span></p><p><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> trabarse con las señales quiméricas de un amor que se había marchado
para siempre hacía algunos</span></p><p><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: justify;"> años.</span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Un día el chico le contó haber soñado
que había desaparecido. <<¿Cómo se puede soñar la desaparición de uno
mismo?>>. Esto ha trascendido seguramente porque lo ha dejado caer la
madre. Sin duda ha sido ella la que ha tenido el sueño y despertó sobresaltada
y angustiada porque aquella desaparición del niño supondría que él dejaría de
soñar para ella y por lo tanto se quedaba sin los posibles mensajes
esclarecedores sobre el paradero de su primer hombre. <<¡Esto es
delirante!>> Desde luego. Quizás tenga que ver en este sueño tan retorcido
lo que leyó en Medialupa sobre los gorditos desaparecidos y su hipotética
utilización en oscuras tramas políticas y policiales aun sin demostrar y sin
haber puesto de manifiesto siquiera el objetivo último de las mismas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Esta época de las pesadillas del niño
enigmático tuvo otra peculiaridad en cuanto a sus fases. Al principio eran
desagradables pero a medida que pasaba el tiempo, los malos sueños se aplacaron
y ocuparon su lugar mental en el chico, historietas e imágenes que a pesar de
ser fantásticas suponían recreaciones más atractivas y felices. Las
experiencias llegaron a cautivarla de tal manera que la mujer vivía pendiente
de lo que su hijo soñaba por la noche hasta el punto de que se sintió
enganchada por los caprichosos delirios complacientes de su hijo como si de un
juego de la <i>playstation</i> se tratara. <<¿Siguió
dándole significado trascendente a lo que le contaba el pequeño en esta segunda
fase?>> No es fácil responder a esto porque bien sea por el origen del
sueño o bien por su relato, incluido lo que a mi mano corresponde, había cosas
que no quedaban suficientemente claras ni tenían un valor determinante si bien,
también hay que decirlo, el ejercicio interpretativo por parte de la mujer en
esta segunda fase era más clarividente ya que sentía inequívocas evidencias de
que lo soñado por el haragán de su pequeño apuntaba más al segundo hombre que
había entrado en su vida que al primero. <<¿Segundo hombre? ¡Lo que
faltaba!>> Creo que lo mejor es ir viéndolo al tiempo que sucede y estar
atentos a las posibles conexiones y explicaciones que se volatilizan o se
decantan. No obstante lo dicho, la mujer dudó del valor premonitorio de las
pesadillas del niño cuando supo lo del sueño de la hormiga de goma. Ese día su
hijo le contó un sueño extraño que había tenido la noche anterior pero –aquí
empezó el cambio— del que guardaba un recuerdo agradable. Por eso estaría ya en
la época en la que lo que soñaba no le obligaba a gritar y a despertarse bajo
la definición extrema de un horror nocturno infantil. Pero claro —pudo pensar
la mujer— si no hay gritos que me avisen no podré enterarme de los posibles
mensajes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Su cama cayó al vacío a gran
velocidad hasta que se desaceleró rápidamente para quedar suspendida en el aire
a una cuarta aproximadamente del suelo de una habitación –podría ser la de la
chimenea— en la que alguien sentado en un sillón de orejeras fumaba
plácidamente. La cama acabó de aterrizar y el niño sintió los cuatro pequeños
golpes sucesivos que indicaban el contacto con el suelo de cada una de las
patas. Aquella noche no gritó. El viaje a aquel abismo indeterminado había sido
placentero igual que lo fueron los cambios bruscos de la velocidad de caída.
Cosquillas en el estómago, taponamiento de los oídos, movimiento <i>inércico</i> de su pelo rubio y abundante. Estaba en pijama. El
señor de espaldas que fumaba en el sillón, ni se coscó. Enseguida vio aparecer
por los pies de la cama dos antenas negras que giraban como los ojos de un
camaleón hacia todas direcciones. Detrás de las antenas emergió la cabeza negra
donde estaban sujetas. Era una hormiga enorme. Lentamente se subió a la cama
como si fuera un niño chico que quisiera jugar con la sábanas y con el
arropado. Cuando el animal tuvo sus tres partes estrechamente diferenciadas
encima de la cama <i>tacteó</i> con sus antenas y se movió
hacia el cuerpo del niño. Al principio la criatura sintió desasosiego pero en
lugar de gritar llamando a su madre decidió plantar cara al insecto gigante el
cual actuaba con una falta total de desafío. Por lógico instinto de
supervivencia elevó el pié derecho y lo dejó caer con todas sus fuerzas sobre
la uva negra y enorme del vientre de la intrusa. Lejos de reventar al animal,
que era lo que pretendía aunque salpicara la cama, su pie rebotó. <<¿Rebotó?>>
Eso es. Aquella hormiga negra y brillante era de goma. <<¿Made in
China?>>. No; los sueños aun no se copian. Sin duda el niño tenía delante
de sus ojos a la reina jurásica de las hormigas negras y cabezonas. Tras
recibir el talonazo el insecto siguió a
lo suyo; ni se inmutó. Se acercó parsimonioso a los dedos de su pie izquierdo y
comenzó a cortarle las uñas servilmente con las tenazas de su boca. Le hacía
cosquillas. Era placentero comprobar la habilidad del insecto haciéndole la
pedicura.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Cuando iba podando por el dedo
corazón otra antena asomó por los pies de la cama. El hombre sentado de
espaldas se giró hacia él. Era hora de despertarse y el niño se despertó sin
gritar ni llorar. Sin llegar a ver el rostro del hombre rubio del sillón.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Le
viste la cara al fumador del sillón cuando se giró? —le preguntó su <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> madre después.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Él contestó que
no, que todo había sido muy rápido y que solo recordaba que cuando debía de
despertarse en el sueño, se despertó. Después de contárselo a su madre el chico
medita sobre su breve relato y cree que el vientre de la hormiga más que una
uva negra parecía una aceituna Picual madura, negra ya, a punto de reventar.
<<¡Con lo que mancha el aceite!>>. Más mancha el desamor o la
desesperanza.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: red; font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">A su madre le resulta inevitable </span></span><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">relacionar cualquier cosa
extraña —como los sueños de su hijo, tan
deseado, que son sus sueños— con los recuerdos que le traen al presente la
inexplicable huida, hace unos años, de aquel joven tan especial, enamoradizo,
guapo, charlatán, el tal Pastor. Aquella persona influyó en su vida y en las
relaciones con su familia —ésta sí que es especial— radicalmente. Le enseñó a
desamontonar las cosas con claridad para poder vivir sin engaños. Vivir de
montón en montón, bien para saltar por encima de ellos como si fueran
promontorios de estiércol o simplemente para evitarlos y olvidarlos, es querer
vivir a salto de mata. Le enseñó a separar con criterio y honradez lo que son
las ideas de lo que son simples pretextos; lo que es la nomenclatura de los
sentimientos, del magma físico —coloquial— de vivirlos personalmente. “Amor. Placer. Dolor. Ira. Paciencia.
Verdad. Orgullo. Sexo. Perdón”. <<¿Solo eso?>> No. Las
probabilidades de la escala de colores del ámbito de cada uno de los reinos
enumerados son casi infinitas pero suficientes en este momento de la
historia. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Hay que estar
desesperado, ¿desquiciado?, por las ilusiones cuando para encontrar el porqué a
cuestiones importantes como es el sentido de nuestra vida o de nuestra espera o
de nuestras ausencias hay que echar mano de las pesadillas de un niño que hace
años que lo fue. Sean positivas o negativas, amables o amargas, no dejan de ser
construcciones equívocas que una mente inmadura –levadura fósil— pone en marcha
para justificar el pedregoso descanso nocturno. ¿De verdad se puede ver o
esperar algo más que eso en este tipo de sueños, se pueden encontrar mensajes
concretos en el <i>desfoliamiento </i>de sus
significados? Todo esto lo tratamos sin tener en cuenta, claro, las opiniones
de los llamados especialistas —siquiatras, sicólogos, orientadores, en fin…—
porque en caso contrario, el resultado sería un desquiciamiento general. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Esta madre
desnortada confunde las ilusiones que crea nuestra mente cuando está despierta
para alimentar la vanidad de la esperanza, con las ilusiones deformadas
inconscientemente por una cabeza infantil mientras atraviesa el estrecho
guirigay del sueño. Esta mujer busca respuestas en las fantasías irracionales
de un niño, caprichoso como todos, en lugar de escudriñar en el pasado que ella
protagonizó, cuarto trastero de sus propias culpas. Debió haber algún error
–que lo hubo—, aunque ella no lo recuerde, que justifique el rumbo capicúa y no
deseado que tomó su vida, quizás cuando más feliz era. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Al leer
recientemente lo publicado por el diario Medialupa sobre los niños
desaparecidos, han recrudecido sus vivencias y las consecuencias de todas ellas
sobre el momento crítico clave de la vida de esta mujer, sin duda, la pérdida
de su bebé. Sin embargo, después de hacer algunas cábalas, cree que no es
probable que aquella desaparición estuviera dentro del periodo de tiempo
considerado por el periodista en su inquietante información. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ser feliz no
significa nada, no serlo tampoco. Vivir o morir es lo que cuenta porque alegría
o tristeza dependen de la motricidad afectiva que genera lo que ya poseemos o
quizás, pero solo un poco, aquello a lo que aspiramos; si la motricidad
asignada a nuestro espíritu es positiva tenemos más posibilidades de ser
felices que si es negativa. Esta mujer es ahora muy feliz porque ama a un
hombre. <<¿El segundo hombre?>> Bueno también lo fue hace unos años
con otro que pasó como un cometa dejando el rescoldo abrasador de su polvo
cósmico. La cuestión es que un mismo hecho puede ser causa de quimeras muy
distintas en personas diferentes. Lo que cambia un poco las cosas, en
principio, es que aquel hombre, el primero, la amaba profundamente —<<¿Y
el que ahora tiene no?>>—. Le hacía sentirse una mujer arrolladora con
personalidad imperturbable. Incluso le hacía saberse una mujer de un físico
envidiable. Quizás sus adornos naturales no daban para tanto pero su
sentimiento posesivo estaba alimentado por la voz y las manos de un gigante
entregado al disfrute de su corazón. La voz y las manos eran las herramientas
inteligentes de su sentido de la posesión. Pero quizás ella esté confundiendo
los sentimientos que experimenta mientras espera noticias, aunque sea a través
de los sueños, del hombre primero con el que se descubrió mujer y decidió
serlo, con los que está comenzando a sentir al lado de un nuevo hombre junto al
que está aprendiendo que el tiempo pasa sin ser nunca el mismo aunque lo
parezca y por eso hay que aprender a diferenciar cada momento porque cada
minuto es decisivo hasta el último segundo. El tiempo es tan distinto en sí
mismo que si aguantáramos la respiración durante varios intervalos con cómputos
idénticos la suma de estos nos produciría la muerte por asfixia después de un
rato. Quizás no sepamos —¿lo sabe ella?— de qué hombre son la voz y las
palabras con las que juega en su repentina vida. ¿De aquel con el que se cayó
la primera vez al abismo del amor o de este otro que ahora le apaga los
instintos cuando los de los dos ya se derraman como una mirra prodigiosa,
cuando ya entre los dos los sofocan con la tempestad de los gritos de auxilio
al implacable Cupido?. No está claro si es la ausencia extraña de aquel
muchacho la que está zarandeando la felicidad o más bien la tranquilidad de
esta madre o es la llegada de otro adán no menos singular. Quizás esta mujer ha
errado al situar la génesis o la justificación de los sueños de su hijo
fantástico y algo rebelde. Lo iremos viendo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><<Su cuerpo.
Los códigos enrocados de su mirada. La fuerza sutil al abrazarla. La intención
triunfal al quitarle la ropa. La contemplación primitiva y salvaje de su cuerpo
desnudo. El ataque delicado —siempre diferente— para hacerle el amor. La
redondez de sus mordiscos. El sonido verbal de su resuello. Sus manos
sacerdotales descifrando el insignificante braille de su piel de cerval al sol.
Las zambullidas maravillosas en el estanque de su vientre con las que deja a la
vista el ombligo, epicentro de las ondas expansivas que se han formado sobre la
superficie tranquila de su regazo. La manera mágica y metódica de beberse el
atrezo hortofrutícola de la fuente de la vida y del placer sobre su brocal
mullido. Sus hebras de azafrán negro tan delicadamente trenzadas. Brillantes.
Sabrosas. Alfiles de la excitación abrasiva. Y todos tus demás secretos
respirando como quejidos armónicos de la misma partitura, sortilegios
inmateriales del abismo celestial que representas, mujer. ¡Ay! la inquieta
babosa gorda de su lengua contorsionándose, inteligente, por los escondrijos de
tu boca como herida de muerte placentera. Piensa en él. Como el hombre que era
la hizo reinar para sentirse la mujer única que fue, que cree que sigue
siendo>><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">-<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—
Con Pastor supongo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l1 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: Arial;">-<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—
No se.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Y a esta mezcla
confusa de tiempos y amores y sensaciones y hombres y corazones y besos y
caricias y deseos y miedos se unen otros afluentes de su cuenca y de cuencas
vecinas del mapa crítico de la vida que arrastran con fuerza desmedida dudas de
peso que no sabe en qué remanso quedarán cuando amaine la crecida.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Depender del otro
es un hecho peligroso. Desde que él se apoderó de ella aquel día que se le coló
por los ojos mientras la miraba como nadie la había mirado se sintió una mujer
poderosa y singular. Quizás con él dentro se olvidó de que ella también tenía
su propio interior aunque entonces anduviera suplantado o dormido. En realidad
ella era únicamente la forma de ser
—extraordinaria— en la que era poseída en todos los sentidos. Había
llegado a esto por permitir que el amor lo invadiera todo como el agua salvaje
de una riada. Peligro. Cuando él desapareció esta mujer tuvo que reconstruirse
interiormente desde el corazón a la cabeza. Unos lo llaman amor. Otros,
encoñamiento. La extraordinaria rareza con la que se produjo la desaparición de
su hombre sin dejar rastro es lo que causó el tremendo dolor de esta mujer y, después,
la fabulosa ilusión con la que anhela su regreso. <<¿Pero de qué hombre
hablamos del primero o del segundo?>> Ni ella misma sabe distinguir si
las pesadillas que brotan por las noches en la habituación del hijo son
mensajes para entender la ausencia de Pastor o para vacunarse contra las
posibles desapariciones de un segundo
hombre que ya toca su puerta con los nudillos de la mano derecha dispuesta del
revés. La realidad es como las moscas, empecinadas pero cambiantes; igual te
lamen donde acaban de cagarse. De cualquier forma estarán en juego amor y sexo.<span style="color: #943634;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: #943634; font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;"> </span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">El segundo hombre<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Lo recuerda muy
bien. Aquel día la mujer se levantó con una sensación extraña. Amenazadora.
<<Parecía que me lo estaban diciendo>> —se dijo después. Él había
salido temprano, viajaba fuera de la ciudad. Le besó la mejilla y la frente.
Aquel día ella se dio cuenta de los besos más que ningún día y del suave golpe
de la puerta de la calle sellando el adiós. A esa hora nada hacía presagiar el
misterioso desenlace. Fue al levantarse ella casi hora y media después cuando
le asaltó la sensación general de un extraño sentimiento. Sus malos augurios se
confirmaron cuando pasaron las diez de la mañana y no la había llamado.
Llegaron las once y aquel mal ánimo general explotó en lágrimas que contuvo
como pudo. Fue al cuarto de baño de la oficina y se desahogó. Después se retocó
y salió de nuevo para sentarse en su mesa. Supo que algo trágico estaba pasando
o, seguramente, había pasado. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Hoy esta mujer
cose los recuerdos y las presunciones con los sueños extravagantes de su hijo.
¿Hay razones para ello? Es evidente que para ella sí porque se ha dado cuenta
en sus innumerables repasos de aquel tiempo perfecto que aquel hombre le había
regalado —ahora sí piensa en Pastor— que su increíble galán actual está trufado
de incógnitas. <<¡Y qué esperabas mujer mía! Somos hombres al Este del
Jardín donde el viento ingobernable mecía —si es que no lo mece aun— el manzano
de la Ciencia del Bien y del Mal. Dejemos pues de una vez los halos de
perfección —también los que enredan en lo del juego del amor— porque tarde o
temprano cualquier tontería hará girar la veleta que nos guía y todo se torcerá
a gusto de la primera casualidad que se nos cruce bien como castigo bien como
milagro dando al traste con nuestras expectativas>> <<Perdón, se me
ocurre preguntar si existen lágrimas perfectas>> No lo sé porque las
lágrimas no tienen alma son atrezo de otras almas simplemente. <<Claro.
Natural>>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #943634; font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Volvamos a las
incógnitas. Plantearlas sobre la vida feliz que esta mujer llevó hace varios
años —hablamos de Pastor otra vez— quizás sea injusto por lo duras que fueron
pero ella misma las ha recordado y sugerido. ¿Y hacerlo sobre la que ahora
tiene tan segura como está otra vez de su felicidad y del amor que le profesan?
No sabría qué decir. De nuevo tira de la arrogancia de su belleza mil veces
proclamada por unos labios que la alborotan y la tranquilizan y le dicen
irresistibles fonemas de cristal irrompibles y la besan con mágico dulzor y la
preparan de esa manera tan sabia y delicada para ser poseída con movimientos
infantiles pero cargados de egoísta deseo concupiscente. <Maravilloso.
Maravilloso. Para ti es mi abismo. Para ti es mi abismo. Para ti es…>>
—le susurra ella empujando con su lengua estas palabras dentro del oído de su
amante obligando a las más sonrojantes con la punta redondeada y tersa a que
entren de una vez. Y él ya suspendido en lo más primitivo y tosco del
precipicio donde han caído los dos deja escapar la gloriosa muletilla en el
tránsito del acto que acaba, <<Te follo. Te follo. Te follo>>. Pues
sí ella se refiere ahora al segundo hombre tan expulsado del Paraíso como el
primero.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Las incógnitas son
pequeñas dudas que no soportan el trámite riguroso de la verdad lógica.
<<¿De dónde vino aquel muchacho con aquella facilidad para vivir y para
convencer a los otros sobre el momento oportuno en el que había que dejar caer
el lastre de la vida? ¿Es posible vivir como él —mi otro amor, mi nuevo amante—
sin dudas ni problemas aparentes? ¿Por qué podía y puede —se refiere a los dos
hombres— amar con tan constante intensidad? ¿Por qué no pensé alguna vez que
aquello y esto no puede ser verdad tratándose de nosotros los hombres ya
expulsados a este Este invernal?>> —cavilaba ella.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Siempre creemos
que el domingo solo consiste en el momento en el que nos dan el dinero ¡que
alegría! para ir al cine. Bueno hoy habría que decir Día del espectador. No
sabemos ver el momento futuro, casi inmediato, en el que nos lo gastamos en la
entrada para ver la película y en dos gominolas de animalitos y una bolsa de
palomitas, ni somos capaces de apreciar como domingo la música de la sala ni
aquellos dispersos instantes en los que seguramente —¡joder!— acabaremos
llorando por alguna muerte traicionera o algún beso tan esperado como imposible.
No nos gusta —probablemente— el Fin o The end de la mayoría de los
largometrajes y de los domingos. Nos resistimos a admitir que mañana será lunes
como lunes serán —con su timbre depresivo— todos los momentos de contrariedad
que nos toman por las orejas como a conejos vivos —al pronto troceados— ante
los ajos que se doran inocentemente en la sartén. Eso son los lunes,
desengaños, y eso tienen, un tufillo renaciente a final crónico de la alegría.
Joder, joder.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<br />JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-34985602486268437662022-08-21T10:08:00.001+02:002022-08-21T10:08:45.465+02:00Asesores: democracia antidemocrática<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p style="text-align: justify;"> </p></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left;"><b>Asesores: la
democracia antidemocrática</b></p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left;"><b><o:p> </o:p></b></p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Decía Alfonso Guerra en una entrevista que le
hicieron en televisión cuando estaba, con su amigo Felipe, en la cresta de la
urna, que, para gobernar, en los tiempos que corrían, y que aun corren, había
que saber de todo. Qué razón tenía. Como no se puede saber de todo se tiró de
fondo de armario y aparecieron los asesores. Lo de los asesores no es invento
de ahora, asesores ha habido siempre, aunque según qué época su suerte corría
de una manera o de otra, desde ser cabeza de turco para la guillotina, la horca,
el veneno o la hoguera hasta subir a la tribuna de mando y mandar más que el
primer mandatario. Pero, no es este el tema de hoy: el final de los alcahuetes
de palacio unido a la calidad de su ejercicio, sino la cantidad de estos.</p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;">La
democracia consagra la decisión del pueblo a través de sus representantes, unos
más líderes que otros por razón de sus méritos o de sus méritos aparentes. El
pueblo une su destino al destino que trazan sus dirigentes según la percepción
que de ellos tienen por lo que dicen, lo que hacen y las medidas y leyes que
impulsan. Según este planteamiento, la democracia será más directa y, por lo
tanto, más perfecta cuanto más y mejor conozcamos a nuestros representantes.
Pero, desgraciadamente, vivimos en un sesgo radicalmente perverso en cuanto al
ejercicio de la democracia debido a los asesores. El sesgo consiste en que si
lo que un líder dice y hace no es tanto producto de su concepción de la
política y de todas las cosas que la rodean sino consecuencia de los consejos y
planes de comunicación de sus asesores, la percepción que nos llega de ellos
es, simplemente, una confabulación del lenguaje corporal inducido, del
vestuario apropiado, de los discursos que le preparan, de los viajes que le
convienen, de las reuniones que le favorecen, de los gestos premeditados, de
los intereses del partido, de las valoraciones a pie de calle y de las
intenciones de voto que canta el finísimo grupo flamenco en el tablao de la
demoscopia. No digo que en sí mismos los asesores no sean necesarios, volvamos
a recordar las palabras de Alfonso, lo que denuncio como ataque a la esencia de
la democracia es la elaboración, a veces burda, a veces obscena, de nuestros
líderes, que en muchos casos ni lo son pero que los brebajes intragables de la
camarilla de asesores -amigos del alma casi siempre- los prefabrican para
darnos a comulgar en el altar de la democracia, las urnas, ruedas de molino. No
digo, pues, que no los haya, lo que digo es que no haya tantos. Desde la
presidencia de nuestro gobierno (no me atrevo a dar una cifra porque las que
conozco me parecen imposibles por escandalosas) hasta el alcalde de pueblos
pequeños, la pandemia de los asesores se extiende y se multiplica como un virus
antidemocrático que, además, pagan nuestros bolsillos.</p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;">No
queremos líderes prefabricados, no necesitamos políticos que visten, dicen,
actúan y deciden según sus asesores. Y hay dos razones fundamentales para
calificar estas prácticas habituales como cáncer invasivo y maligno: a) Nos
impiden conocer la esencia del candidato para poder votar con integridad y
libertad. b) Nos cuesta un ojo de la cara. </p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;">Si
el gobierno del traidor Pedro Sánchez -lo siento, pero lo voy a decir- tiene
cerca de 800 asesores, más de 300 directamente a su servicio, dicho gobierno no
está compuesto por la escandalosa cifra, nunca vista, de 33 kilos de masa gris
(un cerebro: 1.500gr.) sino de 1200 kilos, aunque gran parte de dichos
cerebros, por llamarlos de alguna manera, sean de mantequilla, sin entrar en si
su composición es grasa saturada o insaturada.</p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;">Como
parte del censo electoral que soy, como votante que decide, como parte del
pueblo que elije para perfeccionar nuestra democracia, tengo derecho a saber
cómo es realmente el candidato para presidir mi ayuntamiento, mi comunidad
autónoma y mi país, sin que interfieran en ese conocimiento directo y desnudo
la retahíla de asesores que edulcoran, a costa de nuestros bolsillos, el cariz
verdadero del candidato. Solo de esta forma clara y sin tupés maliciosos la
democracia saldrá adelante. Si el candidato se equivoca, actuaremos en
consecuencia. Si nos miente, lo borraremos del mapa. Esta es la cuestión.
Asesores, sí, porque todos tenemos asesores, nuestro hermano, nuestros amigos,
nuestros mayores; son sinceros y nos salen gratis. Pero, tener políticos con
cientos de asesores que nos cuestan cientos de millones para padecer las mil y
una ocurrencias de unos y otros con las que nuestra democracia acaba
envenenada, no. Y, no es no. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;"><o:p> </o:p></p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;"><o:p> </o:p></p></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: left; text-indent: 2cm;">Sevilla,
17 de agosto de 2022</p></div></blockquote></blockquote></blockquote><div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p>
</div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p>
</div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p>
</div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p>
</div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p>
</div><div>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm -0.3pt 0.0001pt -3cm; text-align: center; text-indent: 2cm;"><o:p></o:p></p><br /></div>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-89359203878105937092022-08-02T09:40:00.000+02:002022-08-02T09:41:32.612+02:00G.R.A.S.A. 11-20 <p> (Viene de página 10)</p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">estuvo muy pendiente del niño y de
las posibles salpicaduras chillonas de su cabecita pero el angelito solo
rezongó algunas palabras en voz alta sin llegar a gritarlas. La pesadilla, si
la hubo, pasó de puntillas por la cabeza de la mujer. Pero la noche siguiente
también fue diferente porque volvieron los gritos de susto del pequeño. Su
madre estaba preparada y corrió a su lado. Lo encontró sentado en la cama, casi
levitando, llamándola. “Ya está, ya está. Mamá está aquí. Tranquilo mi vida”
—le dijo. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ella escuchó
atentamente el relato del mal sueño del niño mientras este le contaba que su
cama se había caído a una habitación muy grande donde había un hombre sentado
de espaldas delante del fuego de una chimenea. Estaba fumando y su pelo era
rubio.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-font-width: 0%;">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;"> </span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Le viste la cara?
—preguntó ella, a lo que escuchó del hijo que aquel hombre no tenía cara.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—
¿No tenía cara? —repreguntó.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ninguna respuesta. El niño se había
quedado dormido en sus brazos. La mujer se sintió atrapada por una sensación
que recorría en línea recta la bisectriz entre la angustia y la esperanza. Se
fue a la cama y tardó en entrar en coma. Admitamos que los sueños siempre son
endebles para que podamos recordarlos y, con más razón, si pretendemos tomarlos
como preludio de la explicación de algo. Así es que esta noche de jueves ha
dormido poco. Mal. Ha despertado de mal humor y la ha tomado con la intrusa del
espejo. Hoy viernes tiene un cuerpo trastocado. Siente como si el corazón
estuviera en la cabeza y ésta en el estómago y los muslos en la espalda y un
riñón en la boca. Podría seguir amputando y cosiendo miembros erróneamente pero
¿para qué?, el estado de su <i>bodi</i> seguiría
siendo el mismo, digamos calamitoso. Una especie de kamasutra anatómico íntimo
individual y solitario. <<Desde luego tiene buen cuerpo para jugar a las
posturitas>><o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">No iría esta noche a ninguna fiesta.
Teresa le rogó que asistiera porque sabía que le haría bien pero el objetivo de
la misma no era más importante que su preocupación por las pesadillas de su
hijo y lo que quizás significaban. ”¿Y si despierta? Si despierta y no me ve se
moriría de miedo. Si despierta y no estoy no podría darme el nuevo mensaje” —se
reprochaba. <o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La fiesta de este viernes por la
noche tenía su gracia. La había organizado Teresa después de tejer los hilos de
las expectativas de varias personas que no eran otros que los de la soledad y
el deseo. Hombres y mujeres que vivían, la mayoría, solos. Hablamos de soledad
en un sentido íntimo, el que solo puede romperse en los momentos que bregamos
para que nuestra especie se perpetúe —un decir— aunque los microscópicos
renacuajos no logren el <i>ovulonizaje</i>.
<<Entendido>>. La tendenciosa juventud de todos los convocados
haría, seguramente, que la soledad en el sentido indicado actuara como un deseo
inflamable tan explosivo como la gasolina de alto octanaje o la nitroglicerina
u otra golosina fósil… ¡Bluuuummmmm!<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Teresa,
no iré esta noche —le dijo por teléfono.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Pero
¿por qué? Este chico del que te hablé tiene muchas ganas de conocerte —continuó
Teresa.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Apenas
he dormido y estoy destrozada. No tengo cuerpo para fiestas —volvió a <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">disculparse.
<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -3.8pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> — Bueno, tu sabes, cada cual puede poner
fin a la fiesta en el momento que quiera <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -3.8pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> y...<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -3.8pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> — Que no, que no. No insistas Teresa. Lo
tengo decidido.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Vale,
como quieras. Pero que sepas que no se respetan los turnos —dijo entre <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> risas la organizadora.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: -3.8pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; tab-stops: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> — Tenéis vía libre todas —concluyó.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La verdad de fondo es que el grupo de
mujeres con Teresa a la cabeza quería que se produjera el encuentro entre ella
y el chico referido. Todas tenían la presunción de que harían buena pareja.
Guapos los dos, inteligentes, autónomos, sin hijos. <<¿Sin hijos? ¿Qué
quiere decir?>> Hay hijos e hijos. Bueno ya se verá.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A medida que llegaba la noche del
viernes la mujer se sentía gobernada por unos parámetros emocionales a los que
no estaba acostumbrada. Eran nuevos. Percibía insinuaciones que le eran ajenas.
Sintió ganas de recordar. Y sintió ganas de llorar. Pero lo cierto es que no
tenía una razón clara que fuera suficiente para hacer una cosa o la otra. Se
acordó de Pastor.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Pastor<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">“¿Qué te gusta de mí?” —le preguntó.
No le contestó, solo la miraba con intensidad como si quisiera entrar dentro de
ella por sus ojos y escudriñar su corazón para quedarse allí escondido de
ventrículo en ventrículo por las aurículas para siempre. Al calor de su sangre.
Al color de sus besos. Hacía algunos años de esto pero la mujer lo volvía a
vivir hoy viernes como si ayer hubiera sucedido. El tiempo pasa muy lento para
las cosas auténticas que nos han marcado. Hay residuos más duraderos que otros.
“No se trata —siguió Pastor— de lo que me gusta de ti porque ya no puedo
elegir. Tú formas parte de mí. Para seguir respirando te necesito. Para seguir
pensando te necesito. Para seguir amando te necesito. Aunque fueras la mujer
más fea del mundo te necesito. Para seguir viviendo te necesito”. Ella recuerda
estas palabras con fluidez como si todavía vibraran en la membrana húmeda y
delicada de sus tímpanos. Pero no cree que estén solo en los tímpanos
—amplificadores del hilo musical del cuerpo humano— y piensa que en este
momento recordar y amar son el mismo infinitivo sin temor a caer en la
maravillosa utopía del amor. “Y como no quiero seguir poniendo en peligro mi
vida, que es lo mismo que decir mi amor por ti, quiero que te cases conmigo”
—recuerda que le dijo Pastor. Y se calló ahí. No dejaba de mirar y de entrar
por sus ojos para trastearle con sentido su corazón secreto y abundante. Ella
debió entonces de contestarle pero no lo hizo. Seguramente el famoso nudo de la
emoción arrebatada se lo impidió. Él, impertérrito, seguía esperando con todo,
hasta con la humedad fisiológica pura de las membranas de sus tímpanos.
Acabaron abrazados; abrazándose sonoramente; abrazadamente intensos con sus
anatomías atómicas. Con delicadeza brutal, intercambiando emociones en cadena a
través del contacto del sellado rojo de sus mejillas casi incandescentes por la
velocidad que les había cogido la sangre. “Cásate conmigo ¿quieres?”. “No
puedo. Ya estamos casados” —sigue recordando que le preguntó y ella le
contestó.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Llegó la noche. Viernes. Solo
pensaba, como pensó y esperó tantas noches, en qué sueño despertaría al
pequeño. Estaba convencida de que a través de los sueños del niño afloraban las
claves que estaba esperando para dar explicación a la mayor frustración de su
vida, aquel final inesperado con Pastor. “¿Qué soñarás esta noche chiquitín?
¿Qué querrás decirme con tu miedo y tus gritos?” —pensaba. Pero una vez más el
niño no gritó de miedo, ni siquiera balbució pequeños globos desinflándose, ni
mucho menos algún fonema preliminar incompleto. Nada que significara algo.
Pasada la hora habitual de los sueños gritados del niño, la mujer se acostó con
la esperanza de que fuera ella la que reviviera buenos recuerdos por extraños
que fuesen. “Buenas noches pequeñín. Mamá ha estado aquí pero se va a la cama”
—le dijo en voz baja antes de salir de la habitación. El niño seguía
plácidamente dormido como respuesta a las palabras de su madre. <o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Las pretensiones sobre los sueños,
aunque estén bien planificadas, nos pueden llevar a equívocos fundamentales.
Aquellos son tan químicos y vulnerables como los negativos de una caja negra.
Tan imprevisibles como el valor o el amor. ¡Pues a tener cuidado, sapos de la
charca!<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Al día siguiente, como todos los
sábados, lo llevó al parque para que viera los patos en el estanque. A ella
también le gustaban estas palmípedas. “¡Con lo mal que huele allí, por dios!”.
El niño iba callado al son que su carácter casi ausente le dictaba. La madre le
preguntó qué tal había dormido y el niño respondió que regular. “¿Por qué?”
—ella. “He tenido pesadillas otra vez”. “Estuve a tu lado hasta después de
media noche pero no te despertaste ni gritaste”. El niño, sin más, empezó a
relatar lo que recordaba del sueño. Dijo que apareció en el muelle de un puerto
o, al menos, creía que lo era. Había grúas gigantes y agua a un lado y a otro
de la plataforma de hormigón en la que se encontraba. El sueño, como todos, era
incongruente porque el niño relator aparecía en él como un operario adulto; y
aunque lo hubiera hecho como niño también era un disparate. Estaban descargando
–creía que de un barco— un prisma de acero rectangular de unos veinte metros de
largo por cinco de ancho y tres de alto. Pesaba 13 T. La operación de descarga
era arriesgada y trabajaban lentamente. Los participantes debieron detener la peligrosa
maniobra varias veces para comprobar y ajustar ensamblajes. También se
detuvieron para tomar el bocadillo. <<De los trece operarios que
intervenían en la maniobra, diez llevaban bocadillos de mortadela con
aceitunas. Seguramente había alguna promoción con apariencia de ventajosa en
alguna cadena de supermercados de aquella ciudad por aquellos días>> <o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En tres o cuatro ocasiones el
operario relatante debió colocarse debajo de la pieza de acero para supervisar
los anclajes. ¡Mal hecho amigo, según las normas de PRL! El lingote gigante
bajaba muy despacio hacia la plataforma de hormigón. La última vez que debió
meterse debajo de él —al pensar en la densidad <i>milkilográmica</i>
que pendía sobre su cuerpo notó cierta fatiga al respirar— el hueco que quedaba
entre el hormigón del suelo y el acero flotante era de un metro escaso. Salió
de debajo una vez más y anunció su presencia a todos; la operación de
aterrizaje del enorme bloque de acero estaba tocando a su fin. Las
fantasmagóricas grúas habían vencido al gigantesco y extraño juguete de acero.
De forma repentina el operario relatante se dio cuenta de que algo grave estaba
ocurriendo, tan grave que sin saber cómo ni por qué se vio atrapado entre el
bloque de acero y el suelo de hormigón. Sus compañeros de maniobra no se dieron
cuenta del peligro que corría y él mismo quedó presa del pánico sin poder hacer
nada para avisarles y evitar que la mole de miles de kilos lo dejara como un
sello. Gritó pero no ocurrió nada. Nadie se dio cuenta ni escuchó nada. Ni
siquiera apareció su madre con su “Aquí está mamá, chiquitín. No temas”. A lo
mejor esta vez no era una pesadilla. El prisma enigmático de acero le oprimía
ya el cráneo contra el suelo lo suficiente como para impedir que el niño
pudiera escapar. ¿Cómo había ocurrido? ¿Cómo es posible que nadie lo viera
entrar debajo de la carga por última vez? ¿Por qué no avisó de que tenía que
hacerlo para que detuvieran las poleas que bajaban el lingote fantástico? “Es
absurdo. Es absurdo o es una broma” —decía una y otra vez mientras sentía sobre
su cabeza, que había puesto de perfil, y sobre su pecho acelerado los preludios
de un trágico final. Los huesos cedían
con chasquidos dolorosos. Entonces, en este punto, le dijo a su madre que no recordaba
el final del aplastamiento. “Tranquilo hijo no pienses en eso. Solo es un
sueño”. “Sí mamá, es solo una de mis pesadillas pero …” —y el niño se
calló. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">— Pero qué —le exigió la
madre. <o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">“Cuando giré a duras penas la cabeza
para ponerla de perfil y así cobrar unos centímetros de holgura, vi cómo un
hombre miraba por el hueco en el que yo me encontraba como si quisiera
presenciar mi aplastamiento” —dijo a su madre.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraph" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">— ¿Le viste la cara?
—preguntó ella.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Contestó que no
tenía cara y que era rubio.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">—<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¡Como
que no tenía cara! ¿Entonces por qué sabes que te estaba mirando y era <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> rubio? —gritó enfadada.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Una vez más el
pequeño guardó silencio ante la reclamación vehemente de su madre. “¡La que te
voy a aplastar voy a ser yo!” —pensó la mujer. El niño la miró con inocencia y
tiró una piedrecita al estanque a lo que los patos y otras ánades respondieron
corriendo sobre el agua como San Pedro en busca de alguna posible chuchería.
Ella se quedó pensativa hasta que los graznidos de las aves le avisaron de que
era hora de volver. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Por la tarde llamó a Teresa. Lo
primero que hizo, más que nada por cortesía, fue preguntar por la fiesta del
viernes. “A parte del striptease final de Consuelo fue una noche más bien
aburrida. No quiero que te sientas mal pero en parte tuvo que ver con que tu no
vinieras”. “No me siento mal. Esa chica siempre acaba desnudándose. Como sabe
que tiene buen cuerpo”. “Se pasó de gin-tonic, como siempre” —explicó Teresa.
De lo que quería en realidad hablar con Teresa era de los sueños pero sin meter
a su hijo por medio, así que habló en general primero para, después, acabar
atribuyéndoselos ella misma, ¡como si su amiga se chupara el dedo!. “Los tengo
casi a diario. Algunos tratan sobre situaciones terribles y en todos ellos
siempre aparece un testigo con el pelo rubio y sin cara”. Teresa le preguntó
qué quería decir sin cara y ella le contestó que no la recordaba o aparecía
borrosa, sin definir. “No se qué es eso de la presencia de alguien que no
quiere mostrar su rostro. ¿Tú crees que será un mensaje de alguna persona?”
—dijo. Teresa la vio venir con aquella pregunta y la disuadió para que no
volviera a obsesionarse con un posible mensajero misterioso. La mujer se
defendió negando que hubiera vuelto a estar pendiente de su vieja e imposible
quimera de estar esperando a alguien. <<¿Se refería a Pastor?>>.
Sí, a Pastor.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Por la noche, otra vez con su hijo,
le preguntó por la cara que no recordaba nunca. El chiquillo guardó silencio
intentando evitar la conversación, y ella se sintió mal por tanta negativa.
Para conformarla le entregó el relato de otro sueño reciente. El niño contó que
una de las primeras noches, después de que empezaran las pesadillas, su cama
cayó al vacío y apareció, después de unos segundos perdido en el abismo, en una
habitación enorme donde un hombre rubio permanecía sentado de espaldas en un
sillón delante de una chimenea encendida sin que se le vieran ni las manos ni
los pies. <<¿Y la cara?>> No olvides que estaba de espaldas. El
hombre fumaba. Este sueño ya lo había contado pero a la madre no le importaba
volverlo a escuchar porque pensaba que el niño podría añadir algún detalle
nuevo en la repetición. El relatante no sabría decir si colgaba algo de las
paredes de la estancia, ni si aparecían más enseres además del sillón donde el
hombre estaba sentado, sin moverse, con una apariencia fantasmal. Al niño le
llamó la atención que el fuego ardiera muy deprisa. <<¿Qué quiere decir
eso? ¿Cómo arde deprisa un fuego?>> “Ves, este es un detalle nuevo”.
Tranquila. Seguramente la llama se cimbreó alegremente avivada por alguna
bocanada de aire que entró furtiva por la chimenea. Lo dice la ciencia, el
oxígeno da de correr al fuego. <<¿De comer?>> De correr o de comer
es lo mismo. Si hay poco aire el fuego se desmaya. Si no hay ninguno, muere.
Fin del fuego. “¿Del juego?” —preguntó la mujer muy alterada y nerviosa. Esto
no es ningún juego y usted debería ir al otorrino.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tenía en la cabecita otros sueños que
aun no había contado a su madre. Él sabía cosas que ella ignoraba, aunque es
verdad que las andaba buscando. No es que los ocultara deliberadamente para
conseguir algún objetivo concreto sino que el niño extraño no sentía la
necesidad de hacerlo porque si bien es verdad que algunas veces gritaba
asustado en el momento de actuar el sueño también lo es que este miedo apenas
si lo recordaba al día siguiente. Durante el día no pensaba en pesadillas ni en
mensajes misteriosos ni en temores ni en otros fraudes de la realidad. La luz
del día los protegía; a él, que soñaba para su madre porque ella había empezado
a tener esa necesidad para poder seguir adelante. Y a la madre, que buscaba sus
sueños porque él los necesitaba para existir.<o:p></o:p></span></span></p><p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aunque no hacía mucho tiempo, como
hemos visto, que convivía con las conjeturas fantásticas de sus sueños, había
uno que ya le había paseado la fabulación nocturna dos veces. Era el sueño del
perro pegado al suelo. Todo comenzaba con los ladridos del animal, un perro
grande de color canela que lo miraba alegre moviendo el rabo. Perdón, se me
escapa algo llamativo. La primera vez el perro era de color canela pero la
segunda el color había sumado intensidad hasta llegar casi a marrón. Sin duda
el perro era el mismo. El sonriente animal no le quitaba ojo al niño soñador.
Si el lector me lo permite yo le llamaría Manchita por el lucero blanco que tiene
en la frente. Es perra. Lo singular de la escena es que aquel mejor amigo del
sueño no se movía de donde estaba. Parecía que lo habían pegado al suelo. Movía
el cuello, las orejas y el rabo pero permanecía inmóvil. Manchita –por decir
algo— no hacía ningún intento de echar a andar. O sabía sobradamente que no
podía o simplemente no formaba parte de su comportamiento, es decir, desconocía
que las patas, como en los demás perros, tenían la función de caminar y correr.
El niño le pitaba con los dedos corazón y pulgar, el perro batía su cola
cariñosamente, giraba a un lado y otro el cuello olisqueando pero no se movía,
ni siquiera hacía el intento. El día que apareció de color marrón el
comportamiento fue el mismo. Y por supuesto se seguía llamando Manchita, el
nombre que yo le había puesto. Un perro pegado al suelo sin poder moverse no es
un perro. Es un perro que no sirve para nada. Igual que un perro que no ladra.
El ladrido y la carrera son la esencia determinante del perro. Como el beso es
fundamento del amor. El beso es un ladrido, al fin y al cabo. Tan ladrido es
que, a veces, nos comportamos como perros cuando hacemos el amor. Somos besos
que, si son ladridos, nos hacen perros. El perro pegado al suelo corría
solamente cuando desde el fondo del encuadre un hombre de pelo rubio y cara
ausente lo llamaba con algo en la mano que le entregaba en el encuentro. ¡Allá
que iba Manchita viva y saltarina como una gacela que huye de una intuición
mortal!<o:p></o:p></span></span></p><p>
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;">Ha habido varias
fases en el ánimo de esta mujer en cuanto al capítulo de las pesadillas de su
hijo. Al principio actuó como la madre diligente que corre a apagar los gritos
de su pequeño provocados por algún mal sueño. “Ya está, ya está. Mamá está
aquí”. Cuando los episodios se repetían diariamente empezó a preocuparse.
Preguntó a las amigas —a Teresa le preguntaba poco para evitar que se
preocupara por ella— e incluso, ocasionalmente, a simples conocidos que si a
sus hijos les ocurría lo mismo. Supo que aunque los sueños no eran siempre
terroríficos sí eran muy extraños. También se dio cuenta de que su hijo no
quería contar nada o se guardaba parte de ellos. Contar algo que te ha
sucedido, ya sea en la realidad o mientras soñabas, y que te obsesiona
especialmente, por un lado te libera espiritualmente pero por otro te hace más
vulnerable. Fue precisamente la propensión del niño al silencio la razón
principal por la que esta mujer se interesó sobre manera por aquella cuestión.
¿Y si aquellos sueños no eran las descargas normales de la mente de un niño?
¿Era posible que el origen de tales pesadillas trascendiera el lógico
comportamiento nocturno de la subconsciencia? ¿Podrían las cábalas del destino
estar utilizando el manojo neurológico de su pequeño </span></span></p>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-3306847028346059242022-07-19T08:31:00.000+02:002022-07-19T08:31:14.218+02:00G.R.A.S.A (1-10) www.plateroeditorial.es <p> <span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; text-align: center;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; tab-stops: 150.0pt center 212.45pt; text-align: center;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 16.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; tab-stops: 150.0pt center 212.45pt; text-align: center;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16pt;">G.R.A.S.A.</span></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; tab-stops: 150.0pt center 212.45pt; text-align: center;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16pt;">Julio R. Carmona Limón</span></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; tab-stops: 150.0pt center 212.45pt; text-align: center;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 16pt;">PRIMERA PARTE: Ellas y ellos<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;"> </span></span></b></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Cosa de niños<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La noche que corrió a la cama de su
criatura alarmada por los extraños gritos del niño y se sentó a su lado para
consolarlo de una crisis —sería
seguramente— de terror infantil creyó que no era más que un trámite doméstico y
maternal, esporádico como todos los miedos nocturnos de tantos niños. No fue
completamente consciente de que en aquel momento comenzaba —¿o fue antes?— uno
de los episodios más repetidos y a la vez más inciertos de su vida, consecuencia
fantástica de todas las guerrillas vitales que la marcaron en el amor, con lo
que de feliz tuvieron y con lo que, digámoslo todo, tuvieron de amargas. En la
penumbra de la habitación ganaban los oscuros sobre los claros. Ya dentro se
escuchó de su boca:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: Arial Narrow; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial Narrow",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-family: "Arial Narrow"; mso-fareast-font-family: "Arial Narrow";">-<span style="font-family: Times New Roman; font-size: xx-small;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ya
está, tonto. Aquí está mamá. ¿Qué te pasa?.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El niño se había sentado en la cama
después de gritar reclamando a su madre. Estaba como perdido. Según la
pesadilla vivida, aquella cama se había caído al vacío para aparecer instantes
después en una sala muy grande en la que había un hombre sentado de espaldas
frente a una chimenea encendida. No se le veía ni las manos ni los pies ni, por
supuesto, el rostro. La madre le preguntó un par de cosas, más que nada con la
intención de tranquilizarle pero él no contestó y volvió a quedarse dormido en
sus brazos. Cuando ella sopesó la dureza del sueño y estuvo segura de que el
llorón descansaba otra vez a merced de la imparcialidad de la noche lo dejó
caer sobre la almohada de presunciones, sonrió y le dio un beso en la mejilla
mientras lo contemplaba felizmente, segura de que nunca más los volverían a
separar; segura de que la piel calentita que rozaron sus labios, irradiada por
el miedo, era tan cierta como la suya; tan cierto aquel como su propio miedo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Volvió al salón y acomodándose en el
sofá de color crema siguió viendo la televisión, dando saltos de la mano del
mando. Acabó en un documental sobre el final de la Segunda Guerra Mundial.
“Siempre hay imágenes inéditas. Parece como si la Segunda Guerra Mundial hubiesen
sido muchas guerras. Como si no se hubiera acabado todavía>> —pensó. El cansancio la estaba rindiendo, sin embargo
la dureza de aquellas imágenes, en blanco y negro, mostrando edificios
derruidos, personas esqueléticas sin signo de pudor por la indigna desnudez a
la que estaban siendo sometidas, las gratificantes —perdón— agresiones de
venganza, el puro incombustible de Churchill, parecían alargar su resistencia.
“¡Maldita guerra eterna!” —se dijo. Sí, también ella fue derrotada pero por el
sueño. Despertó al rato con la voz gritona de una señora con pinta de falsa
bruja echando las cartas adivinatorias del tarot en un canal de televisión
incontrolado. “Cómo puede haber personas que pierdan el tiempo y el dinero
participando en estas patrañas y además que tengan el valor de creérselas”
—pensaba. Apagó el televisor, se levantó y fue a la cocina. Cogió un yogur
natural del frigorífico y tropezó de nuevo con su manía de mirar la fecha de
caducidad (27—11—2010). Se lo tomó con cuchara sopera porque no había ninguna
limpia de postre. En aquel momento, aunque hubiese estado caducado, también se
lo habría comido porque le asaltó un deseo irrefrenable de zamparse un natural.
Hasta un ministro ha dicho que si no han transcurridos muchos días, no pasa
nada por tomar algunos alimentos caducados. <<¡Gracias señor ministro
pero no nos ha confesado cuántos alimentos caducados se come usted!>>.
Leyó la composición del alimento y dijo ronroneando aquello que siempre decía
de si esto es natural yo soy la Virgen María.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Después de tomarse el lácteo repasó
algunas de sus pesadillas infantiles —la terrorífica caída al vacío, la
presencia inquietante del hombre con capa negra en la oscuridad, la angustiosa
y desesperada huida imposible a cámara lentísima— y se sonrió del poder de la
ingenuidad. Se durmió enseguida. Al día siguiente recordaría que había soñado
con Pastor. <<Bien, pero esto no fue una pesadilla sino todo lo
contrario; siempre era un sueño placentero>>. Sí siempre fue un sueño muy
placentero.<span style="color: #660066;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">“Pastor —recordó— se acercó a la mesa
donde estaban y preguntó al grupo de chicas, mirándola a ella, si podía
sentarse. El alboroto de risas cesó súbitamente y se hizo un silencio de
iglesia parecido al del momento en el que sale el sacerdote, que aprovechó para
decir que no les había mandado callar sino que había pedido permiso para tomar
asiento. Entonces las bocas de todas ellas explotaron con el aire comprimido de
la risa y de las palabras no pronunciadas y la suma de todo lo que se les
escapó de entre los dientes y los labios, queriendo o involuntariamente, multiplicó de nuevo la ligera algarabía hasta
que se formó otra vez un ambiente de jocosa discordia que hería con cierta
descortesía el respeto debido al chico que quería agregarse. Pastor, ni corto
ni perezoso, se sentó junto a la chica que había empezado a mirar fijamente
desde que se acercó al grupo, de lo cual, todas ellas, también se habían dado
cuenta. El hecho intencionado del muchacho quedó refrendado ahora porque el
grupo la miraba descaradamente tratando de adivinar cuál sería su
comportamiento inmediato ante aquella sentada sin autorización de un chico
guapo y bien plantado que ninguna conocía. La chica elegida sintió ruborizarse.
Las miradas amigas le dieron mucho calor. Los latidos adosados del intruso le
quitaban oxígeno. El vuelo colibrí de un pájaro invisible se columpió
repetidamente por las ramas del árbol frondoso de la risa incontrolada que le
había crecido mágicamente en el estómago hasta que se posó, vivaracho y
cantarín, en la cogolla roja de sendos corazones. Él declaró en voz alta que se
llamaba Pastor, utilizando un tono con el que trató de animar a las demás a que
dijeran el suyo pero ninguna lo hizo, excepto ella. “Soy María” —dijo— y,
aunque un poco avergonzada, se sintió satisfecha de haber correspondido según
las normas de la buena educación. “Me encanta el nombre de María, —dijo él—
creo que es el nombre natural de la mujer” —y todas rieron tapándose la boca y
algunas los ojos. María <i>tomatizó</i> de
nuevo su semblante y, mientras lo miraba fijamente, supo que dejaba al
descubierto un poco de la vergüenza que sentía por dentro. “Pastor es apellido
no es nombre” —añadió una de las chicas, toda una exégeta de los chascarrillos
y anecdotario convencionales. El muchacho la rectificó sin complejos diciendo que
en su familia Pastor había pasado de apellido a nombre, seguramente —apostilló—
porque algún antepasado habría hecho méritos ante el poder para hacerse
acreedor de tal validación. La mirada repleta de mensajes entre ambos —María y
Pastor— selló la explicación y algo más. Entonces Pastor con delicadeza y
valentía rozó la mano de la muchacha con el reverso de la suya —las pieles
estaban gomosas y calientes— cuando ambas se habían dejado caer, una en busca
de la otra, al abismo íntimo que se abría entre sus cuerpos adyacentes.
<<¿Adyacentes?>> Adyacentes he dicho. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Este era un sueño —soñar con Pastor—
que la buscaba muchas noches, seguramente porque la sabiduría de la
inconsciencia lo traía a sus sábanas para disfrutar. Pastor era rubio como el
cañaveral seco de cualquier arroyo. Vino también la noche siguiente. ¡Vino
tantas!. Y la noche siguiente, como siempre, el niño se fue sin protestar a la
cama a su hora y su madre se quedó leyendo el periódico en el salón con la
televisión encendida. Estaba cansada. Un día ajetreado. En el trabajo había
tensión. En su vida había tensión. En su soledad y en su intimidad había
tensión. No es fácil convivir con un hijo extraño y a menudo desobediente. Bajo
el influjo del humo embaucador del sueño siguió leyendo el artículo que había
dejado a medias esa mañana por falta de tranquilidad para entrar en él. Un
periodista escribía sobre un tema inquietante. El titular hacía barruntar la
tragedia: Nos faltan once gorditos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Medialupa. Miércoles, 28 de
noviembre 2010.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Nos faltan once gorditos. RAMÓN
CRIM. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
desaparición de niños vuelve a saltar a primera plana como lleva haciendo, por
un motivo o por otro, desde hace tiempo en nuestra ciudad. Es un asunto
incómodo porque las desapariciones no son aconteceres espontáneos o fruto de la
fatalidad sino que por las extrañas circunstancias que las rodean me atrevería
a decir que más bien son la consecuencia de una planificación interesada. ¿Por
quién? ¿Para qué? Por eso no voy a hablar de estas desapariciones como hechos,
seguramente ilegales, en sí mismos sino que las abordaré como episodios que
tienen una conexión causa efecto con otro hecho singular en esta ciudad. Me
estoy refiriendo a la baja tasa de obesidad infantil cuando las estadísticas
nacionales apuntan hacia una tendencia creciente en el número de niños
“gorditos”. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Por
razones de la casualidad y que ahora no vienen al caso he sabido que la mayoría
de los niños desaparecidos en el último año en nuestra ciudad eran obesos. La
pregunta es obligada, ¿hay conexión entre la baja tasa de obesidad infantil con
estas desapariciones denunciadas, aunque escasamente atendidas por las
autoridades policiales y políticas? Y otra más ¿es posible que hayan habido… </span></span></i><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La mujer luchaba contra el sueño con
todo el interés que le había despertado la noticia pero no avanzaba del mismo
renglón que quedaba sobre la mitad de la columna como un muro infranqueable.
Había leído lo mismo más de diez veces hasta que se sobresaltó por los gritos
del niño. Fue a su habitación y lo encontró sentado en la cama llorisqueando.
“Ya está aquí mamá. ¿Qué pasa? Tranquilo solo estás soñando —le decía abrazada
a él. ¿Qué soñabas?” —volvió a preguntarle. El niño se tranquilizó con el
contacto y las palabras de la madre y volvió a quedarse dormido como un cachorro
de perro que acaba de removerse un poco en su territorio mental sobre la
circunferencia de trapo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El hombre sentado de espaldas frente
a la chimenea estaba fumando. No le veía ni las manos ni los pies ni la cara
pero sí se dio cuenta con claridad de que el humo del cigarrillo o del puro
ascendía en contorsión caprichosa por encima de su cabeza. También podría ser
humo de pipa. El niño, antes de volver a quedarse dormido, tampoco contestó a las preguntas de su madre,
probablemente porque el miedo que le trajo la pesadilla sucumbió a la fuerza e
inmediatez del sueño. La madre volvió al salón y terminó la noticia que había
dejado a medias. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Medialupa. Miércoles, 28 de
noviembre 2010.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Nos faltan once gorditos. RAMÓN
CRIM. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Y
otra más, ¿es posible que hayan habido<span style="color: green;"> </span>más desapariciones en los lugares de alumbramiento de
esta ciudad que, tras haber sido camufladas por personal sanitario las
circunstancias reales de cada caso, no se hayan denunciado?<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Personalmente
me he entrevistado con cinco de las familias afectadas. En todas el
desaparecido era un niño “gordito”. Tengo apalabradas otras seis entrevistas
con otras tantas familias que creen que detrás de la ausencia forzada de sus
hijos están sucediendo cosas raras —por supuesto secretas—que no alcanzan a
comprender. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">La
policía declara no tener constancia de todas las desapariciones referidas
además de escudarse en que son casos de disputas familiares e incluso de
secuestros por parte de alguno de los progenitores. Las autoridades políticas
locales dan la callada por respuesta. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><i><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Pese
a que no parece existir ninguna investigación oficial en curso este periodista
seguirá con la que este periódico ha puesto en marcha. A partir de este momento
me comprometo con la audiencia de este periódico a seguir trabajando para
intentar llegar hasta el final y esclarecer estas desapariciones vergonzosas en
pleno siglo XXI. Intuyo que, además de mi recto compromiso con los lectores,
voy a necesitar suerte.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-TRAD;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -.35pt; margin-top: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-TRAD;">La que no tuvo. ¡Pobre!<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Era la primera vez que tenía noticia
de algo así, avalado lo cual, además, con aquellas pesquisas tan contundentes.
Sí sabía lo de la baja tasa de obesidad infantil en la ciudad pero le
estremeció bastante que alguien, un periodista, cosiera un hecho y otro con la
intención de establecer una relación de causalidad entre ambos, entro otras
cosas porque esta mujer tenía consanguinidad con algunas personas que formaban
parte del gobierno de la ciudad y de la dirección médica de alguna institución
sanitaria importante de la misma. Una relación, no obstante, pobre y distante
aunque el vínculo familiar existente era de primer grado, sin embargo ciertos
hechos desgarradores del pasado la llevaron a salir de su casa y de la familia
que, hoy por hoy, capitaneaba los asuntos importantes, políticos y económicos,
que regían la vida cotidiana de esta ciudad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Este periodista debió de saber que su
noticia podría alarmar a la opinión pública y en cierta medida creó
expectación, sin embargo la promesa con la que cerraba el artículo que suponía
un compromiso personal con el seguimiento de aquella información espeluznante
se diluyó como un grano de sal en la lengua. Ramón <span style="display: none; mso-hide: all;">Clir de la familia y de su casaoseguimiento de aquella noticia
ezpelu del pasado la llevaron a salir de la familia y de su casao</span>Crim no
volvió a firmar más columnas en Medialupa y fue, según todos los indicios, un
grano de sal en alguna mala lengua. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Al día siguiente, ya en la calle, le
preguntó a su hijo, mientras lo llevaba al colegio, si se acordaba del sueño
que había tenido esa noche. El niño no respondió, seguramente por su incipiente
instinto de crueldad infantil, al advertir
que ella tenía mucho interés en el asunto. Pasados unos instantes preguntó
a su madre que si el humo del cigarrillo era diferente al del puro y al de la
pipa. Vamos que si el color o el perezoso movimiento del humo podrían por sí
solos determinar qué clase de tabaco estaba prendido en la boca de alguien a lo
que la madre contestó que no sabía pero que por el olor sí era relativamente
fácil identificarlo. “Sí pero yo no soy fumador” —podría haber dicho el niño.
“¿Por qué preguntas eso?” —le formuló la madre mientras intentaba con
movimientos de cabeza en todas direcciones meterlo en el espejo retrovisor
interior del coche sin conseguirlo. ¿Dónde estaba el jodido niño que no lo
encontraba? ¡Ni que fuera invisible! Tampoco hubo respuesta para ella y
desistió. Llegaron al colegio y se despidieron rápidamente. Aquella mañana la
niebla que había huía rauda ante la mirada de un sol potente.<span style="color: #548dd4;"> <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="Textode" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Mientras se dirigía al trabajo la
mujer llamó con el manos libres a su amiga Teresa para preguntarle si sus hijos
tenían pesadillas. “Supongo que sí. Todos las hemos tenido” —le contestó la
amiga, la cual aprovechó para
preguntarle que si se verían el viernes. “No lo sé” —le dijo. “No
deberías faltar” —le recalcó Teresa. “Ya veremos” —dejó caer ella. Se
despidieron. “Adiós guapa”. “Adiós <i>buenorra</i>”. Se
rieron juntas.<o:p></o:p></span></span></p>
<div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;">Todo lo nuevo que
nos aborda nos mueve por dentro como un sonajero automático dejándonos, para</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> bien o para mal, una música desconocida hasta entonces que resonará en nuestra
cabeza un tiempo sin</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> que lo podamos evitar y ante la que pelearemos para
extraerle todo su sentido. Las dos noches de</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> pesadillas que le había traído su
hijo le hicieron meditar intensamente sobre el valor epistolar de los</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> sueños y
sobre el poder encriptado de los recuerdos como residuos del pasado que es lo
que son. Le</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> parecía a ella que un sueño animado hasta el punto de convertirse
en pesadilla no era mas que la</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> hipérbole de un recuerdo mal ubicado en el
tiempo y en el espacio que ha llegado a actuar como trajín</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> de un mensaje
lanzado por alguien conocido para salir de la pequeña noche de nuestra cabeza y
hacerse</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> visible a la luz del sol de nuestro corazón. <<No es igual un
sueño que una pesadilla>>. Efectivamente</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> no lo es pero una es la
continuación del otro o más bien la consecuencia. A veces esos residuos del</span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"> pasado no llegan a reciclarse nunca y nos juegan malas pasadas. La siguiente
noche fue diferente. Ella </span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Cambria; mso-fareast-language: EN-US;">CONTINUARÁ</span></span></div>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-50192179735290132362021-08-19T18:49:00.000+02:002021-08-19T18:49:03.261+02:00G.R.A.S.A. (fragmento) ISBN 9 788412 127409 www.plateroeditorial.es<p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: large;">Frag</span><span style="font-size: x-large;">mento de G.R.A.S.A.</span></p><p><i><span style="font-size: medium;"> Medialupa. Miércoles, 28 de noviembre 2010.
Nos faltan once gorditos. RAMÓN CRIM.
La desaparición de niños vuelve a saltar a primera plana como lleva haciendo, por un motivo o
por otro, desde hace tiempo en nuestra ciudad. Es un asunto incómodo porque las
desapariciones no son aconteceres espontáneos o fruto de la fatalidad sino que por las extrañas
circunstancias que las rodean me atrevería a decir que más bien son la consecuencia de una
planificación interesada. ¿Por quién? ¿Para qué? Por eso no voy a hablar de estas
desapariciones como hechos, seguramente ilegales, en sí mismos sino que las abordaré como
episodios que tienen una conexión causa efecto con otro hecho singular en esta ciudad. Me
estoy refiriendo a la baja tasa de obesidad infantil cuando las estadísticas nacionales apuntan
hacia una tendencia creciente en el número de niños “gorditos”.
Por razones de la casualidad y que ahora no vienen al caso he sabido que la mayoría de los
niños desaparecidos en el último año en nuestra ciudad eran obesos. La pregunta es obligada,
¿hay conexión entre la baja tasa de obesidad infantil con estas desapariciones denunciadas
aunque escasamente atendidas por las autoridades policiales y políticas? Y otra más ¿es posible
que hayan habido… </span></i></p><p> <span style="font-size: medium;">La mujer luchaba contra el sueño con todo el interés que le había despertado la noticia pero no
avanzaba del mismo renglón que quedaba sobre la mitad de la columna como un muro
infranqueable. Había leído lo mismo más de diez veces hasta que se sobresaltó por los gritos del
niño. Fue a su habitación y lo encontró sentado en la cama llorisqueando. <<ya a="" abas="" abrazada="" ando="" aqu="" dec="" est="" l.="" le="" mam="" pasa="" qu="" s="" so="" solo="" tranquilo="">> —volvió
a preguntarle. El niño se tranquilizó con el contacto y las palabras de la madre y volvió a
quedarse dormido como un cachorro de perro que acaba de removerse un poco en su territorio
mental sobre la circunferencia de trapo.
El hombre sentado de espaldas frente a la chimenea estaba fumando. No le veía ni las manos ni
los pies ni la cara pero sí se dio cuenta con claridad de que el humo del cigarrillo o del puro
ascendía en contorsión caprichosa por encima de su cabeza. También podría ser humo de pipa.
Antes de quedarse dormido otra vez el niño tampoco contestó a las preguntas de su madre
probablemente porque el miedo que le trajo la pesadilla sucumbió a la fuerza e inmediatez del
sueño. La madre volvió al salón y terminó la noticia que había dejado a medias.
Medialupa. </ya></span></p><p><ya a="" abas="" abrazada="" ando="" aqu="" dec="" est="" l.="" le="" mam="" pasa="" qu="" s="" so="" solo="" tranquilo=""><i><span style="font-size: medium;">Miércoles, 28 de noviembre 2010.
Nos faltan once gorditos. RAMÓN CRIM.
Y otra más, ¿es posible que hayan habido más desapariciones en los lugares de alumbramiento
de esta ciudad que tras haber sido camufladas por personal sanitario las circunstancias reales de
cada caso no se hayan denunciado?
Personalmente me he entrevistado con cinco de las familias afectadas. En todas el desaparecido
era un niño “gordito”. Tengo apalabradas otras seis entrevistas con otras tantas familias que
creen que detrás de la ausencia forzada de sus hijos están sucediendo cosas raras —por
supuesto secretas—que no alcanzan a comprender.
La policía declara no tener constancia de todas las desapariciones referidas además de
escudarse en que son casos de disputas familiares e incluso de secuestros de los niños por
parte de alguno de los progenitores. Las autoridades políticas locales dan la callada por
respuesta.
Pese a que no parece existir ninguna investigación oficial en curso este periodista seguirá con la
que este periódico ha puesto en marcha. A partir de este momento me comprometo con la
audiencia de este periódico a seguir trabajando para intentar llegar hasta el final y esclarecer
estas desapariciones vergonzosas en pleno siglo XXI. Intuyo que además de mi recto
compromiso con los lectores voy a necesitar suerte. </span></i></ya></p><p><ya a="" abas="" abrazada="" ando="" aqu="" dec="" est="" l.="" le="" mam="" pasa="" qu="" s="" so="" solo="" tranquilo="">La que no tuvo. ¡Pobre</ya></p>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-14312984859203771882021-08-13T20:06:00.001+02:002021-08-13T20:06:44.153+02:00La muy legal memoria histórica y democrática<p><span style="font-family: arial;"> </span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;">La muy legal memoria histórica y democrática</span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><b><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Perico el de los
Palotes estaba de vacaciones en su pueblo, del que había emigrado su familia
hacía muchos años. Un día de aquel caluroso agosto salió en bicicleta,
temprano, con un amigo del pueblo para recorrer juntos los andurriales de su
infancia, tan lejana, tan hermosa en los recuerdos, tan distintos aquellos a
como estaban fijados en su memoria. Después de estar una hora pedaleando,
pararon a descansar en la sombra de una encina enorme en las afueras del
pueblo. Hablaron de cuando niños querían abarcar su grueso tronco con los
brazos abiertos y encadenados de varios amigos. Durante un silencio reparador,
vieron que un conejo salía de una madriguera a pocos metros de ellos. <i>Tambor</i>
al verlos volvió a esconderse.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Perico el
de los Palotes se acercó corriendo y le propuso a su amigo intentar capturar al
animal como cuando eran pequeños. “¿Cómo?” -le preguntó. “Yo guardo la boca
mientras tú vas al pueblo a por un azadón y una pala” -propuso. “¡Anda ya, con
el calor que hace!” -protestó el amigo. “Nos entretendremos. Aquí hay poco que
hacer. Los niños disfrutarán con el animalito” -argumentó. Al poco rato volvió
con las herramientas y un grupo de colaboradores espontáneos, hombres, mujeres,
aburridos y curiosos. Comenzó la excavación. Se iban turnando. Se secaban el
sudor. Bebían el agua que habían traído. Aquello se puso interesante, pero el
conejo no se veía por ninguna parte. Había pasado ya media hora cuando llegó
más gente. “Hemos sabido que habíais venido de conejos. Y hemos dicho de
echaros una mano. Para entretenernos” -dijo un improvisado portavoz. Todos
rieron. Pronto les entró a todos el desánimo, no es fácil capturar un conejo en
mitad del campo. Seguramente habrá huido por otra boca. Cuando iban a abandonar
la excavación, el que cavaba enganchó el azadón en algo. Tiró con fuerza,
volvió a tirar y sacó a la vista algo extraño. Todos se quedaron mirando en
silencio. Aquello que acababa de salir de debajo de la tierra eran huesos.
Aparentemente parecían varias costillas ensambladas a otro hueso que podría ser
el esternón. El que cavaba se retiró rápidamente de la fosa. Perico el de los
Palotes se acercó a los restos, se puso en cuclillas y dictaminó
categóricamente que aquellos huesos podrían ser restos humanos. “Todos atrás.
Habrá que llamar a un médico forense” -dijo. “Aquí no hay de eso, hombre. ¡No
has visto tú películas!” -agregó otro. Uno de los más mayores que vino de
segundas añadió, reflexivo, que siempre había oído decir que en la guerra
habían fusilado y enterrado a gente junto a aquella encina grande y solitaria,
a lo que otro le contestó que lo que él había escuchado a sus abuelos es que
los paseíllos los daban justo por el otro lado del pueblo. “También -opinó
otro-, pero aquellos paseíllos fueron los del comienzo de la guerra, los que
daban los republicanos. Ya sabéis que nuestro pueblo cayó en zona roja. Cuando
acabó la guerra, los nacionales los paseaban por este otro lado y es posible
que alguien haya escuchado que los fusilaban y los enterraban por aquí”. “Ya
estamos con los paseíllos. Dejaros de historias y vámonos para el pueblo a
tomar cervezas”. “Ni hablar -dijo, levantando la voz, Perico el de los Palotes.
Hay que llamar a la guardia civil para que se haga cargo de la vigilancia de
estos restos. Estamos obligados por ley a hacerlo”. “Claro, como siempre estás
con que los fascistas mataron a familiares tuyos, te crees que los huesos esos
son de alguno de ellos. ¿Estás tonto o qué? ¡A saber de quién sean esos huesos!
Yo me voy para el pueblo. Os espero en el bar de la plaza” -sentenció el
orador. Pero nadie se movió. Y él, después de dar unos pasos, se detuvo. “Es
verdad lo que dice Perico el de los Palotes, la ley es la ley. Hay que llamar a
la guardia civil”. El que fue a por las herramientas volvió a acercarse al
pueblo a avisar a la benemérita. Cuando regresó, venía acompañado de un buen
pelotón de vecinos. La cosa prometía y nadie quería perderse la gestión del
hallazgo y menos si iban a intervenir las autoridades. Entre los recién
llegados venían varias personas mayores que quizá podrían arrojar algo de luz
al dilema que acababan de desenterrar. Al ser preguntados, uno de ellos, tomó
la palabra con calma y ponderación. “Todas estas tierras, las de aquí y las del
otro lado del pueblo y todas las que lo rodean se han arado y cultivado muchos
años, aunque ahora no haya nadie que lo haga. Aquí quedamos cuatro gatos. No es
fácil que ahora salga a la luz lo que lleva enterrado ochenta años. Sé que más
de una vez, hace ya muchísimos años, han aparecido muertos y se han enterrado
como dios manda, de lo que se hizo cargo siempre el ayuntamiento, pero nunca
nadie ha sabido a qué vivos pertenecían. Tampoco nadie los reclamó” -razonó el
hombre. “Tú que vas a decir -saltó otro. Los que ganasteis aquella guerra, los
fascistas, pusisteis menos muertos que nosotros. Si ahora una ley dice lo que
hay que hacer con ellos, pues habrá que hacerlo, ¿no?” -habló otro un poco más
acalorado. “Oye sin faltar. Fascista serás tú. Piojoso, que toda tu familia no
sois más que unos piojosos”. El ambiente se calentó. Espontáneamente se
formaron dos grupos que, con vehemencia, se insultaban entre sí. También hubo
empujones. “Fascistas de mierda”. “Comunistas. Ladrones. No sabéis mas que
insultar”. “Y vosotros robar”. De pronto, sin que nadie se hubiera percatado de
nada, uno de los últimos que se sumaron al evento le dio un golpe a otro en la
espalda con la pala, con tal fuerza que el astil se rompió y el pobre hombre
cayó de frente encima de los huesos descubiertos. Los insultos y los empujones
se recrudecieron. Menos mal que esos momentos llegó una pareja de la guardia
civil y puso orden. “¿No os da vergüenza?” -gritó el cabo al mando. “¿Qué es lo
que está pasando aquí?” -preguntó a uno que parecía más calmado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En ese momento
llegó al lugar un cabrero con su rebaño y al ver los ánimos crispados ordenó a
sus cabras que pararan y él se puso a escuchar. El hombre que fue interrogado
por el cabo le explicó lo sucedido mientras otros habían sentado al apaleado y
trataban de reanimarlo. El cabrero, sentado en su cayado, empezó a reír como un
descosido. El cabo, iracundo, se volvió hacia él y le reprendió el gesto. “¿Le
parece gracioso que se haya descubierto un cadáver y que estos buenos vecinos
peleen por él?”. El cabrero contuvo un poco la risa y habló. “Claro que me
parece gracioso, pero muy gracioso. Eso es un cadáver, efectivamente, pero de
una cabra que enterré hace casi un año. No supe de que se había muerto y decidí
enterrarla para no tener que dar explicaciones a los de sanidad; hace seis años
me mataron a todas mis cabras para cortar, me dijeron, una epidemia de no se
qué. A mi no me vuelve a matar una cabra nadie, cabo”. Algunas sonrisas como
muestra de aceptar deportivamente el ridículo colectivo. Hubo disculpas,
abrazos. Muchas caras de incredulidad por lo sucedido. El cabrero se acercó,
escarbó un poco más y sacó la cabeza cornuda de su cabra muerta. La encina
grande se quedó sola otra vez, como estuvo en la guerra, y mucho antes de la
guerra. Así había estado siempre, viviendo bajo el dictado de las únicas leyes
que conocía: la ley de la paz y la de la paciencia.</span><o:p></o:p></p>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-72924374645037139102021-08-02T19:39:00.001+02:002021-08-02T19:39:22.893+02:00El "héroe" Parot<p> </p><p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;"><b><span style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="font-size: large;">El “héroe” Parot</span><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;"><b><span style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">(</span></b><span style="text-align: left;"><b>https://www.sevillainfo.es/noticias-de-opinion/el-heroe-parot/)</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;"><span style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los pueblos, como personas
-algo especiales- que son, no solo se alimentan de cuestiones materiales,
alimentos, casa, ropa; también lo hacen con elementos inmateriales,
espirituales, como la educación, el conocimiento, la paz, la libertad y, por
supuesto, con uno esencial: la admiración, incluso la veneración, por hombres y
mujeres que han supuesto un ejemplo para el resto de los ciudadanos. Unos,
porque han realizado alguna gesta destacada; otros, porque han entregado su
vida a los demás. Unos fueron descubridores, otros inventores o aventureros;
heroínas, investigadoras, lingüistas, precursoras de los derechos humanos de
las mujeres. Son cientos, miles. Todas estas personas tienen en común un motivo
fundamental por el cual, tanto sus vidas como sus obras, han trascendido hasta
nuestros días, igual que seguirán siendo el faro que alumbre para siempre el
camino de los que habrán de venir. Ese motivo determinante no es otro que haber
luchado para conseguir una sociedad mejor en una vida mejor. Son nuestros
modelos. Nos motivan y nos inspiran; nos empujan, silenciosamente, al
compromiso con nosotros mismos y con los demás. Han sido personas trabajadoras,
generosas, exigentes con ellas mismas, honradas y siempre involucradas. Este
fabuloso alimento inmaterial es imprescindible para el desarrollo humanístico. ¿Quién
es capaz de renegar de esta filantropía? Jesús de Nazaret es una de las figuras
más influyentes de la cultura occidental, al margen de creencias
religiosas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Martin Luther King Jr., luchador
infatigable en EEUU por los derechos civiles, activista contra la guerra de
Vietnam. Uno más cercano, Mijaíl Gorbachov, padre de la perestroika. Isaac
Newton al que debemos, entre otras cosas, las bases de la mecánica clásica.
Confucio, 500 años anterior a Jesús, cuyas enseñanzas versaban sobre las
virtudes de </span>la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al
prójimo y el respeto a los mayores y antepasados. Cristóbal Colón, cuyas ideas
revolucionarias le llevaron a descubrir América en 1492 y a cambiar para
siempre el rumbo de la historia. Albert Einstein. Neil Armstrong. García Lorca.
Dalí. Nelson Mandela. Mahatma Gandhi. Para qué seguir. Ellos y tantísimos más
en todo el mundo han contribuido a que nuestras condiciones de vida sean
mejores. Los respetamos. Los admiramos. Intentamos imitarlos. Son nuestros
líderes. Son, como no, nuestros héroes. Nos acordamos de ellos y celebramos sus
nacimientos, sus centenarios -el que los haya cumplido-, y lamentamos que ya no
estén con nosotros. Les organizamos homenajes porque no queremos olvidarlos por
todo el bien recibido. Son la savia inmaterial que nos enriquece y que nos hace
menos vulnerables. Como seres excepcionales, les estamos muy agradecidos. La
condición humana es genial y puede hacer esas cosas tan maravillosas, igual que
sabe reconocerlas y premiárselas a sus autores. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;">Lo que es
difícil de encontrar, excepto en este país llamado España, son héroes cuyos
méritos solo estén relacionados con la muerte, ¡qué digo muerte!, con los
asesinatos. ¿Qué han dejado los presos -parece que por poco tiempo- de ETA como
herencia espiritual, a esta y a las próximas generaciones? ¿Un profesional
conocimiento de la Goma-2; el manejo sobresaliente de las pistolas 9mm Parabellum;
la sofisticada pericia de la preparación, colocación y explosionado de coches
bomba; la técnica en cuanto al grado de inclinación de la pistola sobre la nuca
de la víctima para que el tiro sea mortífero; los métodos de investigación
sobre el grado de vulnerabilidad de las personas elegidas para ser asesinadas o
secuestradas? ¿Esta es la herencia inmaterial que ha dejado ETA? ¿Estas son las
habilidades y los méritos de los héroes a los que vais a homenajear
próximamente en Mondragón? ¿Estos sujetos son los modelos que tenéis para
presentar a vuestros hijos y que los imiten? ¿Es más héroe el que tiene 5
asesinatos que el que tiene 3? Parot tiene 29. Seguramente este es <i>superman</i>.
El <i>superman</i> del terror.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;">A los que
tenéis pensado asistir a la miserable y vergonzosa marcha por él en septiembre os
diré cuál es la herencia de vuestros heroicos pistoleros: el dolor y el
sufrimiento de miles de personas. De los que no pudieron conocer a sus padres, de
los padres de esos padres, de los amigos, de las viudas y de los viudos, de los
vecinos, de todas las personas decentes que sintieron aquellas muertes atroces.
<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;">Es hermoso
luchar por la libertad. Pero no tiene sentido luchar por la libertad cuando
eres libre. Es abominable que esa lucha haya consistido en quitar la vida,
traicioneramente, a gente inocente, en época de paz. El conflicto de intereses
jurídicos protegidos nunca existió, porque no es equiparable el objetivo de la
independencia de un territorio -en libertad desde 1975- con el valor de una
vida humana. Si ETA (<i>Euskadi Ta Askatasuna: País Vasco y Libertad</i>) y sus
seguidores creyeron que sí lo era, su grado de perversidad los habrá llevado a
confundir también a sus seres queridos con la serpiente que exhiben en su
bandera. El territorio y la geografía siempre estuvieron antes de que llegara
el hombre. Su ocupación solo confiere el derecho de pertenecer a él -lo
llamamos patria (no <i>matria</i>)- no el de decidir quién sí y quién no pueda
hacerlo. Pero la vida es diferente, está presente simultáneamente en el suceso
de nacer. Su valor nada tiene que ver con la <i>calderilla</i> de un territorio.
Su valor es el derecho a vivir que toda persona tiene por el hecho de haber
nacido. Por eso, segar vidas como moneda de cambio para disponer de un
territorio al antojo de unos cuantos es tan ruin e inaceptable como conferir el
rango de héroes a los asesinos que han degradado tan vilmente el hermoso
paisaje del país vasco. La simple circunstancia de haber nacido dentro del país
vasco -porque también Parot podía haber nacido en Perejil- demuestra que no hay
razones para que nadie sea guardián de la geografía ni del paisaje y menos, a
costa de la vida de los que tenían tanto derecho como el <i>perejileño</i>
Parot a terminar sus días en el país vasco o fuera de él, libres y sin un
agujero en la cabeza. Por favor, pensaos lo de asistir a la marcha por el
sanguinario <i>héroe</i> Parot.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="tab-stops: 146.25pt; text-align: justify;">El traidor
Sánchez, mirando con las gafas de sol. Y el juez/ministro Marlaska, ayudando. <o:p></o:p></p>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-41655322485880272562021-07-21T13:28:00.000+02:002021-07-21T13:28:00.065+02:00<p> </p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><b><span style="font-size: large;">Cianuro en la lengua</span><o:p></o:p></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><b>(artículo publicado en sevillainfo.es)</b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><b><o:p> </o:p></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-indent: 0cm;"><b>No soy
gramático</b>. (Del lat. <i>grammatĭcus,</i> y este
del gr. γραμματικός <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-indent: 0cm;"><i>grammatikós;</i> la
forma f., del lat. <i>grammatĭca,</i> y este
del gr. γραμματική <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-indent: 0cm;"><i>grammatikḗ) </i><b>Ni
soy lingüista</b> (Del fr. <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">linguiste,</span></em> y
este der. del lat. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-indent: 0cm;"><em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">lingua</span></em> 'lengua'.)
<b>Ni lexicógrafo</b> (Del gr. λεξικόν <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">lexikón</span></em> 'glosario'
y <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">‒́grafo.) <b>Ni
técnico en sintaxis</b> (</span></em>Del lat. tardío <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">syntaxis,</span></em> y
este del gr. σύνταξις <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">sýntaxis,</span></em> de συντάσσειν <em><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-style: normal; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">syntássein</span></em> 'disponer
conjuntamente', 'ordenar') Creo que es suficiente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">Como digo, no soy nada de esto,
pero aprendo y cumplo con las reglas de mi idioma materno (no paterno, materno).
Y lo respeto. Estoy tranquilo porque hay sabios que se encargan de mantenerlo,
depurarlo y fijarlo; de cuidar su evolución según normas técnicas, lógicas,
heredadas, complejas, meticulosas, que lo hacen una lengua viva, hermosa y científicamente
armada y programada para aguantar los embates del paso del tiempo y de la
toxicidad de términos contaminantes. Respeto a los que saben de mi idioma, como
respeto el diagnóstico y el tratamiento de un médico sobre alguna dolencia que
me aflija. Con la excepción de que me dé cuenta de que me ha recetado cianuro
en el café. Mi sentido común lo rechazará porque o es producto de un error o es
constitutivo de un delito de asesinato en grado de tentativa. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">El idioma es el milagro de la
decantación a través del paso del tiempo -a veces, siglos- de la necesidad
humana de comunicarse con signos (escritura) y convertir en sonidos esos signos
(fonética). Es un proceso lento y largo, cuyo actor principal es la propia
humanidad, porque somos las personas las que necesitábamos -seguimos
necesitando- la lengua, los idiomas, para entendernos y desarrollarnos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">Este proceso en continua
evolución, desgraciadamente, ha encontrado en nuestro país algunos iluminados
que se dedican a poner cianuro en nuestra lengua, pero vemos que no es producto
de un error involuntario, sino que es una estrategia deliberada y sostenida en
aras de no sé qué cuitas inclusivas. Lo grave de este asunto es que las gotas
de cianuro las van poniendo sobre nuestra lengua personas que no son
gramáticos, ni lingüistas, ni lexicógrafos, ni expertos en sintaxis, sino
cuatro aprendices de sátrapas que ni les corresponde ese ejercicio ni les
pagamos para ello. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">La lengua es autónoma. Es libre.
No es de nadie (como decía, ridículamente, la Calvo, del Presupuesto; ¡pobre!)
La lengua es, eso sí, del pueblo, de su necesidad, de su creatividad, de su espontánea
anarquía, de su tendencia al orden y método para poder entenderse y comunicarse
lo mejor posible. No necesitamos “inventores de palabras” como decía Cela en La
Colmena.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">He comenzado este escrito
transcribiendo la etimología de algunas palabras. Queda uno asombrado del
remoto origen y de los vaivenes de su largo viaje hasta nuestros días. Viendo
las vicisitudes de las palabras, ¡no se les cae la cara de vergüenza a estos
ministrillos al querer, casi que, por decreto, implantar términos absurdos como
si ellos fueran sabios griegos o romanos, hijos de los oráculos de los dioses,
sin observar que una palabra no es una simple ocurrencia sino el resultado de
muchos intentos gráficos y fonéticos, a través de los siglos, de muchas manos y
muchas bocas, a veces, hermosamente onomatopéyicos, divinamente caprichosos!
Los políticos no son los padres de las palabras, ni de los géneros, ni de los
neologismos, ni de las mayúsculas, ni de las minúsculas, ni de las reglas, ni de
las esdrújulas, ni de los monosílabos estrambóticos, ni de las apocopadas. Un
idioma es libre. Intentar atraparlo con reglas forzadas, extemporales,
ridículas, a conveniencia de un pensamiento político o de clase o de género por
intentar cambiar en cinco minutos lo establecido por los siglos de los siglos
es inútil, porque las palabras, las sílabas, el sentido de ellas, sus
significados, se escaparán de la cesta de mimbre, que el mentecato pone en la
corriente del río de la comunicación humana, por la estrecha luz entre los
huecos de las varetas como se escaparían los peces pequeños en busca del mar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%;">La primera diputada en los
Comunes -Lady Nancy Astor- le dijo una vez a Churchill, “si fuese usted mi
marido le pondría cianuro en el té”. A lo que el mandatario anglosajón
contestó, “si fuera usted mi esposa, me lo tomaría”. No voy a llegar a tanto y
como usuario del idioma español, rico e incomparable, joven y sabio, popular y
culto, libre y selectivo, no claudicaré ni siquiera ante la ironía del primer
ministro, porque no dejaré nunca que me pongan ni una sola gota de cianuro en
mi lengua. Da igual que esté tomando té o café. <o:p></o:p></p>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-13718484392763445952020-08-04T14:15:00.000+02:002020-08-04T14:15:46.439+02:00¡Vamos a organizarnos!<div><br /></div><div>¡Vamos a organizarnos! </div><div>Ahora mismo España se explica apelando al famoso chiste de la cama redonda con la luz apagada y la voz de uno de los participantes que, de vez en cuando, decía “¡Vamos a organizarnos, vamos a organizarnos!”. Supongo que saben el resto. </div><div>Algo así está sucediendo en España. Intereses variopintos se han dado cita alrededor de la promesa o esperanza de que conseguirán algo imposible, o fuera de lógica, en otras circunstancias. Los intereses o los interesados no solamente son, a veces, contrapuestos sino contranaturales. Partidos constitucionalistas a priori, se han metido en la cama con golpistas y con anti constitucionalistas. Formaciones que han puesto muertos en los años de plomo se acuestan con los herederos de sus verdugos. Los que deberían defender la monarquía parlamentaria del 78 yacen con los que la quieren liquidar para forzar un cambio de régimen hacia la república, una forma de Estado que solo ha regido en España diez años (entre primera y segunda República) y todos ellos bajo una experiencia aciaga y convulsa. En España, con sus luces y con sus sombras, ha ondeado el pendón de la monarquía unos quinientos años. Ondea aún. </div><div>La España del chiste “vamos a organizarnos, vamos a organizarnos” está actualmente a oscuras y está así porque alguien deliberadamente ha apagado la luz para intentar quedarse en el cuarto, junto al interruptor, el mayor tiempo posible. Seguramente, a la mayoría de los de la cama redonda no les gusta estar ahí -no olvidemos los pistoleros y los machos alfa que siguen dentro- pero hacen de tripas corazón para continuar con la luz apagada que es la manera más rápida de conseguir ventajas políticas, también personales, de tapadillo. Intentan entre todos, por mucho asco que les dé el de al lado, evitar que la oposición encienda la luz y los dejé a todos con sus vergüenzas al aire. </div><div>Es cierto que, de alguna manera, la actual oposición facilitó que saltara el diferencial y se fuera la luz de la ley y el orden como consecuencia de sus peripecias de corrupción, hábito éste, por otro lado, muy común entre los de la cama redonda pero con una diferencia, estos últimos tienen mucha más habilidad que los de fuera del cuarto para echarle ese muerto pestilente a los oponentes. </div><div>Entre la camarilla del cuarto oscuro que es hoy España también hay uno que pasaba por Teruel y, a veces, otro que pasaba por Cantabria y últimamente se han asomado unos cuantos con una vela encendida, no sabemos si para denunciar la orgía o para pedir un milagro. Este guirigay de situación tiene, a fin de cuentas, un único culpable. Podríamos llamarlo, ya que la cosa va de chistes, el Arévalo de la política española. Igual se hace el gangoso que te cuenta uno de nazarenos o de ladrones o se hace el gracioso y agradable con uno de presos que se escapan o de catalanes peseteros o te hace reír -maldita gracia- con uno de morosos o se hace el John Kennedy o el del carrito de los helados. La cuestión es que el objetivo del cuarto oscuro no tiene mucha coherencia porque hay tantos posibles finales del chiste que no se ponen de acuerdo la susodicha comparsa. “¡Pues mucho mejor!”, que diría el Arévalo de la política española, porque su objetivo real no es que venga la luz ni cambiar el colchón de la cama ni vender el cuarto ni subir la persiana ni jugar a la gallinita ciega, su objetivo es simplemente seguir cómo está y disfrutar y prometer más tocamientos, eso sí, cada vez más obscenos porque son los más placenteros, al menos para él y algún vicepresidente. </div><div>Saben aquel que diu… </div><div>Perdón, oiga, este no es Arévalo sino Eugenio. </div><div>Es cierto, pero lo crucial para Pedro Sánchez no es ser quien es -Presidente del gobierno de la Monarquía Parlamentaria de España según la Constitución del 78- sino estar donde está. Para ello le da igual contar chistes de Arévalo o de Eugenio y reírle las gracias a unos pocos mientras le da por culo al resto.</div><div>Si Sánchez saliera de una vez del cuarto oscuro, si abandonara la cama redonda con Podemos y demás miembros putrefactos de un Frankenstein agresivo y letal, todos podríamos reírnos juntos sin necesidad de que el presidente de España tuviera que hacer de bufón. Pero como, hoy por hoy, Arévalo no está por la labor, habrá que aguantarse con los bolos que le quedan aún por hacer y decir con cierta esperanza, el último en salir que encienda la luz. Lo de cerrar la puerta se lo dejamos al marqués de Galapagar. Ah, y a la marquesa. Perdón por mi torpe sentido de la inclusividad. </div><div><br /></div><div> </div>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-89889015068879281292020-07-06T10:42:00.001+02:002020-07-06T10:42:31.300+02:00Cuando la ley se acuesta con los delincuenteshttps://www.sevillainfo.es/noticias-de-opinion/cuando-la-ley-se-acuesta-con-los-delincuentes/JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-45886378257408622912020-07-06T10:39:00.001+02:002021-07-21T13:34:55.640+02:00Escena de verano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggIYwm49hVRt9_OpElb8JbsfK3YwlgPyAiiY4cPSrFfP6tL4o0X0oKdaJHPskgW5fvzfM2hQQTshF8kTP6UCU4QtPncEzhb0vQkY9q2QLvrVMn9tF1O4yCzyWTOOSuNcvqeOH2SJ65cKU/s1600/IMG_20200706_102455.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggIYwm49hVRt9_OpElb8JbsfK3YwlgPyAiiY4cPSrFfP6tL4o0X0oKdaJHPskgW5fvzfM2hQQTshF8kTP6UCU4QtPncEzhb0vQkY9q2QLvrVMn9tF1O4yCzyWTOOSuNcvqeOH2SJ65cKU/s320/IMG_20200706_102455.jpg" width="240" /></a></div>
El infinito dominó de las palabrasJulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-33352248945944279812020-06-03T12:14:00.002+02:002020-06-03T12:14:34.479+02:00Leer es volver a escribir lo leídohttps://www.sevillainfo.es/noticias-de-cultura/julio-r-carmona-limon-presenta-su-nueva-novela-g-r-a-s-a/<br />
<br />JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-69871390629439172092020-05-21T12:24:00.000+02:002020-08-04T14:19:41.924+02:00Más G.R.A.S.A por favor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqq3GV-pzpGbe5VwchLQB0CV9jFNgH_FZrpZ19q_gYPRm2I5EKs84obleFH6QCQoUQMx03TSdBsj2Jfp4qXkyVJajNlj4sJtvg6S04vKZJcYyydx815UF1F1kJIiYJ56i-LfuLB0JqOdc/s1600/IMG-20200113-WA0007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqq3GV-pzpGbe5VwchLQB0CV9jFNgH_FZrpZ19q_gYPRm2I5EKs84obleFH6QCQoUQMx03TSdBsj2Jfp4qXkyVJajNlj4sJtvg6S04vKZJcYyydx815UF1F1kJIiYJ56i-LfuLB0JqOdc/s320/IMG-20200113-WA0007.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div dir="ltr">
Mi última novela: G.R.A.S.A.¿Utilizarías una crema que rejuveneciera milagrosamente la piel si sospecharas que está elaborada con restos humanos de niños desaparecidos? G.R.A.S.A. <span style="color: #1b95e0;">www.plateroeditorial.es</span> </div>
<br />JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-25612979360297730442020-01-11T13:45:00.000+01:002020-01-11T13:45:25.001+01:00Regalar un libro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHAJriKX3Hs6fQTug7BV20_v92tGG4KWSAFDuGzqXPtwXMkaAC1skRocpMyaWJOwEZkniMO_XESAFoXCbirLL7ebKR-G9sO2lrk9fgSfbXTWXQ6THApWQL5MBQ3dePLTbmW-Hr_jQ7D3I/s1600/IMG_20191223_165323.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1042" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHAJriKX3Hs6fQTug7BV20_v92tGG4KWSAFDuGzqXPtwXMkaAC1skRocpMyaWJOwEZkniMO_XESAFoXCbirLL7ebKR-G9sO2lrk9fgSfbXTWXQ6THApWQL5MBQ3dePLTbmW-Hr_jQ7D3I/s320/IMG_20191223_165323.jpg" width="208" /></a></div>
Leer es conocer gente; regalar un libro, presentar genteJulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-88196253825251407102019-12-20T10:41:00.000+01:002019-12-20T10:41:11.106+01:00Libros, libertadLibros, libertad<br />
Leer nos alimenta intelectualmente, ejercita nuestras neuronas, facilita el pensamiento y pone a punto la razón.<br />
Comprar un libro alimenta nuestra libertad; regalarlo, nuestra sensibilidad.<br />
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#libertadesliterarias.blogspot.comJulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-27232489577719054122019-12-15T10:28:00.000+01:002020-01-11T13:41:58.239+01:00Desapariciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgTjgVV0FsQzL2Qq0fHylMepeGzIRr7xN6QUfLPdCmm6Svmzd5K8AU2uQltLYoYkdGZVaQ3jAIC7-QGfg2xMHFBphyphenhyphenSRYT8nAYWvydiDfIXhZxBMMJQ_ONJLoVEMBJFWkCizfeGRJJitE/s1600/IMG_20191206_112709_942.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgTjgVV0FsQzL2Qq0fHylMepeGzIRr7xN6QUfLPdCmm6Svmzd5K8AU2uQltLYoYkdGZVaQ3jAIC7-QGfg2xMHFBphyphenhyphenSRYT8nAYWvydiDfIXhZxBMMJQ_ONJLoVEMBJFWkCizfeGRJJitE/s320/IMG_20191206_112709_942.jpg" width="320" /></a></div>
Niños desaparecidos. Periodista desaparecido. La policía está desaparecida. Las autoridades, también. Y la ley. Todo está al servicio de un descubrimiento: un cosmético que rejuvenece milagrosamente la piel humana. ¿Qué pasa con GRASA?JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-30562367657636079012019-12-10T12:46:00.000+01:002019-12-10T12:46:47.292+01:00Presentación GRASA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimxG3F7aO5NyImOi01m3WUcXTeqYmQ3aZ6ieyWIqOvdk7oelFsKgZ8o3IwX36BbpD9jyQJqJxT72UiCWP_SZiGi0mD4DxsASAUbNH_LP2SA3sOmMRi0WlfRjSeFVF-kqFdh8SoobBkSOs/s1600/IMG_20191206_113633_681.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimxG3F7aO5NyImOi01m3WUcXTeqYmQ3aZ6ieyWIqOvdk7oelFsKgZ8o3IwX36BbpD9jyQJqJxT72UiCWP_SZiGi0mD4DxsASAUbNH_LP2SA3sOmMRi0WlfRjSeFVF-kqFdh8SoobBkSOs/s320/IMG_20191206_113633_681.jpg" width="320" /></a></div>
Julio R. Carmona<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbcRFaEmEwAFzSWSP7AQZUHNsloShKYqzavKxoe_aMETjO6UIwdewT4RGSWizln0FrgDOGMHBhCs4WXl_GkU45fJ4C5uHqu7ddAo_eBeJPk0eTk9wv2IccgypIJHF0Y7jD9RrO6AXVPqY/s1600/IMG_20191206_112709_941.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbcRFaEmEwAFzSWSP7AQZUHNsloShKYqzavKxoe_aMETjO6UIwdewT4RGSWizln0FrgDOGMHBhCs4WXl_GkU45fJ4C5uHqu7ddAo_eBeJPk0eTk9wv2IccgypIJHF0Y7jD9RrO6AXVPqY/s320/IMG_20191206_112709_941.jpg" width="320" /></a></div>
Con Rosa Núñez, editora<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFuI-azLrcalT5iHpcWJga7mtzFyFeDHgrLptoQOnRihIp-VIWDLM6qU1okHIlf19RDj2uY7nGTG42sqgXpUzH8mszRueKdgCuyZ-PXH2l_mqswRABtx48R5_OaqvWghwGupnyvBMzb7o/s1600/IMG_20191206_112709_942.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFuI-azLrcalT5iHpcWJga7mtzFyFeDHgrLptoQOnRihIp-VIWDLM6qU1okHIlf19RDj2uY7nGTG42sqgXpUzH8mszRueKdgCuyZ-PXH2l_mqswRABtx48R5_OaqvWghwGupnyvBMzb7o/s320/IMG_20191206_112709_942.jpg" width="320" /></a></div>
Y con Casto Manuel, mi presentador<br />
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El día 4/12/19, por la noche, fue un rato entrañable e inolvidable. Amigos y lectores fieles me acompañaron en la presentación de mi tercera novela, negra e inquietante.<br />
<br />JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-71389991705753484362019-12-06T18:11:00.002+01:002019-12-06T18:11:49.919+01:00Entrevista de radio a JulioRCarmonahttps://youtu.be/DLT96hzjLGM<br />
Entrevista al autor de la inquietante #GRASAJulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-41745092078585036982019-12-05T18:21:00.001+01:002019-12-05T18:21:56.565+01:00Qué pasa con #GRASA#Novela negra, mi tercera novela, publicada en ésta ocasión con #Plateroeditorial. Por qué digo qué pasa con GRASA? En la ciudad donde está ésta fábrica, ha bajado ostensiblemente la tasa de obesidad infantil. Pero además sabemos que en ésta ciudad hay muchos casos de desapariciones de niños. Que una #novela venga a contarnos una #historia macabra sobre este asunto no es extraño, aunque sí #inquietante.JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-60839355994135140602019-12-03T09:28:00.000+01:002019-12-03T09:30:51.996+01:00Fragmento I (GRASA)<div dir="ltr" id="docs-internal-guid-b8414597-7fff-0fcc-c014-024b771babde" style="line-height: 2.4; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aquel día y en aquel momento una brisa ligera a modo de voz indescifrable recorrió extrañamente el rostro de los asistentes sugiriendo un mensaje vago pero portador de hechos tristemente ciertos. Los comensales de los “Tráfico de influencias” notaron algo y contuvieron la respiración para hacer una breve escucha colectiva pero siguieron masticando, hablando con la boca llena y riendo. La brisa no llegó al ministro ni al alcalde ni a ningún saetón, sería porque no quisieron. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXfBR3OtbaQZuDuptT2mDWQaM6wzqfhuDW4NGhEkp46NbxAupHul3FbcaSXU4rUxA5rYkzyp4w-Cic7SF_XPVZmfWjhsqepYMt_kgSF1i6kp1N-Ems4xcPYxTF5N1fsYI2g297vDvTpYM/s1600/IMG_20191129_122454.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1020" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXfBR3OtbaQZuDuptT2mDWQaM6wzqfhuDW4NGhEkp46NbxAupHul3FbcaSXU4rUxA5rYkzyp4w-Cic7SF_XPVZmfWjhsqepYMt_kgSF1i6kp1N-Ems4xcPYxTF5N1fsYI2g297vDvTpYM/s320/IMG_20191129_122454.jpg" width="204" /></a></div>
JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-8547258147762984362019-11-27T20:26:00.000+01:002019-11-27T20:26:58.391+01:00Presentación de G.R.A.S.A.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiof6n-KboBNi63seEPSE02wP4BpkqPDRqn0cVFYNAwYB38jWlZBP3RSOTfflBzEsZ7zpQBYU6uffu2EMN1KSnH7hi8MqOMHbPkQ1EWsqLGkBqEqn0TdiS_BJ0YFwtrr_ZnqIrf5aYdqvM/s1600/0_IMG-20191125-WA0006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiof6n-KboBNi63seEPSE02wP4BpkqPDRqn0cVFYNAwYB38jWlZBP3RSOTfflBzEsZ7zpQBYU6uffu2EMN1KSnH7hi8MqOMHbPkQ1EWsqLGkBqEqn0TdiS_BJ0YFwtrr_ZnqIrf5aYdqvM/s320/0_IMG-20191125-WA0006.jpg" width="320" /></a></div>
El Gallo Rojo está entre las Setas y el Palacio de las Dueñas de Sevilla.JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-40701112210714946862019-11-13T09:45:00.000+01:002019-11-13T09:46:40.685+01:00G.R.A.S.A.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBYSVtPxk9olrIWBeBzE98aiKqxvjCfOkla7bH28e5Y-412jtuUDEk8cW-20eLkZcvRCE1nIFesc3rZmbTvzHftH9xnM5bmDldvhz3NBxKCoN4OMZ4GV7g2PDILSYRF_qXBj5807nytIE/s1600/Publicidad+grasa.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBYSVtPxk9olrIWBeBzE98aiKqxvjCfOkla7bH28e5Y-412jtuUDEk8cW-20eLkZcvRCE1nIFesc3rZmbTvzHftH9xnM5bmDldvhz3NBxKCoN4OMZ4GV7g2PDILSYRF_qXBj5807nytIE/s320/Publicidad+grasa.png" width="320" /></a></div>
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SINOPSIS DE G.R.A.S.A.</div>
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<span style="font-family: sans-serif;"><span style="font-size: 12.8px;">A partir del descubrimiento de que determinadas grasas humanas, en su estadio infantil son solubles en agua, un laboratorio consigue un cosmético que rejuvenece milagrosamente la piel, no sin antes corromper todo el entorno social y político de una ciudad simbólica. Curiosamente, en esta ciudad ha bajado en los últimos años la tasa de obesidad infantil. Establecer una relación de causalidad entre ambos hechos es inevitable. Los personajes de la historia, y no siempre por las mismas razones, son arrastrados por ella, diezmando severamente —a unos más que a otros— sus oportunidades reales. Quienes, por poner un ejemplo, han advertido esa sórdida relación o están en peligro o han acabado mal parados. ¡Suerte a todos!</span></span></div>
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JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-16698868843417243722015-02-21T21:02:00.000+01:002015-02-21T21:02:05.309+01:00CORRIGIENDO Y AVANZANDO EN MI NUEVA NOVELA: GRASAComo no vivo de la literatura tengo un plan de trabajo como escritor bastante anárquico. Es decir, escribo o corrijo cuando puedo. Esto es igual que andar con el coche con el freno de mano echado. Pero lo importante nonunca constancia sino ser perseverante. El maestro Cela postulaba que el que resiste gana.<br />
Corregir desgasta. Se trata de una pelea interminable entre tu y las palabras, lás posibles palabras. Digo pelea porque casi nunca esta claro cuál has de utilizar. Escribir es tomaar decisiones continuamente. ¿No es apasionante? No creo que exista otro trabajo donde se tomen mas decisiones por minuto. JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-74017218229565758702015-02-20T19:54:00.001+01:002015-02-20T19:54:41.011+01:00Los escritores aumentan, los lectores disminuyen<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUTd-gQww7hwRwqKs7E-ISDQR_wH_qWBP8YKfIJ0FWwfF8lnYb5ppDumHdk4e9WBc8zZsOUiOaptOHQFyfCIUTlFCdwWmnxZKGRaqeUAgTS03WrOeXszF8k1ScUvvX4cicJelAjHHclNI/s1600/Julio+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUTd-gQww7hwRwqKs7E-ISDQR_wH_qWBP8YKfIJ0FWwfF8lnYb5ppDumHdk4e9WBc8zZsOUiOaptOHQFyfCIUTlFCdwWmnxZKGRaqeUAgTS03WrOeXszF8k1ScUvvX4cicJelAjHHclNI/s1600/Julio+2.jpg" height="231" width="320" /></a></div>
<h2>
<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> <span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Esta frase podría ser ilusionante pero creo que es todo lo contrario. Es una aseveración que distorsiona la realidad lógica. Y la realidad editorial es la que dice que el volumen de lo que se publica al amparo de las nuevas tecnologías aumenta extraordinariamente. Está bien que la gente escriba pero está menos bien que se escriban textos que dejan mucho que desear. Es verdad que tenemos poco tiempo para leer y que demandamos libros ligeros que no nos den qué pensar. Bien, tenemos poco tiempo pero nos tomamos el necesario para respirar o para dormir o para alimentarnos. La ocupación, la prisa, las preocupaciones se toman su tiempo, de acuerdo, por la misma razón la lectura de literatura se ha de tomar el suyo. La literatura ocupa, divierte y preocupa, si solo divierte es que estamos ante un texto menor de esos miles y miles que hacen crecer el montón del estercolero. Todos tienen derecho a publicar ¡faltaría más!, lo que no se es si todos, con la excusa de escribir, tenemos derecho a manchar el cristal por el que entra la luz de las buenas letras.</span></span></h2>
JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7912014715258329294.post-15196302723963423472013-04-12T11:28:00.000+02:002013-05-24T10:21:10.118+02:00La desobediencia de los significados ve la luzLa primera novela que escribí es la segunda que he publicado. Además del autor, soy el editor.<br />
Esta es la INVITACIÓN que hice para el acto de presentación.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBC3dX3fyZ1TqzxURCWY0m7kVU0jWgbjtRk7GMXye1YfyvgrGEfqQ5y57yKLk1LOdyQJcKuAXBCHvyx8dn9h3H-mI6VRAWmAdlImfBBllRW45tZUwMxjrmUF8_dNUuBsdIteDNciPCrMk/s1600/INVITACIO%CC%81N.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBC3dX3fyZ1TqzxURCWY0m7kVU0jWgbjtRk7GMXye1YfyvgrGEfqQ5y57yKLk1LOdyQJcKuAXBCHvyx8dn9h3H-mI6VRAWmAdlImfBBllRW45tZUwMxjrmUF8_dNUuBsdIteDNciPCrMk/s400/INVITACIO%CC%81N.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; font-size: x-large; text-align: center;">
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<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span>
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span>
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span>JulioRCarmonahttp://www.blogger.com/profile/00711422653629993506noreply@blogger.com0